sábado, 7 de mayo de 2011

Ingestión de paisajes/digestión de geografías*









¡Somos libres!!!!!



Por nuestro recorrido en tierras de Quintana Roo y Belice pasamos por diferentes caminos que conducían a lugares en su gran mayoría marginados, lo cual nos condujo a encontramos con diferencias y similitudes entre los que, por sus nuevas y amplias carreteras, ostentaban menos carencias, fue como si el mismo camino nos hablara para decirnos que nos encontraríamos con paisajes sinuosos, a veces de difícil acceso y por lo tanto con una estructura comunitaria difícil de comprender. De éste modo el paisaje se vislumbra como una parte de la infraestructura/posesión de tierra que se transforma conforme a los intereses de los inversionistas, del Estado y en algunas ocasiones de los mismos miembros de la localidad.
Al llegar al que sería por siete días nuestro centro de investigación, Hopkins, y después de habernos desplazado hacia las comunidades de Plasencia y Dandriga, comenzamos a encontrar la complejidad que implican los seis lugares en los que trabajamos. No obstante, a pesar de las diferencias, las seis localidades poseen en común la importancia que tienen los cuerpos de agua en la vida de sus habitantes, cuya preponderancia es particular en cada lugar, en continua relación con el turismo como una forma de obtención de riquezas. Analizando la anterior circunstancia de estas localidades a lo largo de la costa del Caribe continental, pero con una amplia insularidad presente, el mar conduce nuestra atención hacia las complicaciones que conlleva el turismo como una práctica económica, es decir de apropiación de la tierra/mar y por lo tanto de los recursos de ambos , como lo es el contrabando de especies marinas. Ante la magnitud del fenómeno turístico, hemos decidido introducirnos por medio de éste sistema económico, como la práctica que funciona como catalizador de las ventajas y desventajas, que impulsa el cambio/trasformación de estas seis localidades, siempre ligadas a la costa.
De éste modo es posible entender la oferta turística como una forma de neocolonialismo, adjunta al proceso de “comdidad” por medio de la modernidad que promete la inversión extranjera. Lo cual se demuestra en la forma de vender la tierra y de ofertar los servicios que esta incluye, de acuerdo a la manera de envolver el paisaje con fantasías posibles de alcanzar con dinero. Dicho de otro modo la tierra/mar y los servicios se vuelven un objeto de consumo, que inclusive recuerda los viejos parámetros de la plantación en el cual las diferencias fenotípicas y una estructura piramidal siguen teniendo gran peso en la distribución de los bienes.
Para nuestra investigación utilizamos las siguientes categorías, con las cuales buscamos tener una visión más completa de lo que sucede en los sitios que visitamos:
• Tierra y propiedad: En medida que los un sitio surge como potencial para desarrollar un complejo turístico de cualquier índole, los servicios e infraestructura se desarrollan utilizando las viejas estructuras si las habían o de lo contrario creándolas. En las seis comunidades encontramos inversionistas tanto extranjeros como nacionales de alto poder adquisitivo, cuya concentración iba variando de lugar a lugar. Por ejemplo: en Ixcalak, en la investigación preliminar y presumiblemente por lo observado, no se encontró una presencia de inversión fuertemente nacional, pero sí de extranjeros que han llegado a invertir en la construcción de grandes casas junto a la playa. También, por la carretera habían grandes diferencias entre la estructuras de torres eléctricas que iban a cada oportunidad. Con esto comprendemos que los desarrollos comienzan a significar oportunidades de prosperidad que provoca la migración de diversos grupos a estos sitios.

• Contrabando y turismo: Los proyectos turísticos modifican las estructuras sociales que estaban establecidas antes de su llegada. Por ejemplo los ejidos en Bacalar, la economía de subsistencia en Ixcalak y Hopkins, entre otros. La tenencia por la tierra también cambia, pues los terrenos cerca de los cuerpos de agua adquieren plusvalía y los terrenos se cotizan en dólares. Por lo tanto, se debe mirar más allá de la superficie y entender al turismo como un enmascaramiento de problemas sociales que siguen afectando a estas comunidades, por ejemplo como ruta de drogas y contrabando de los recursos naturales.

• Economía y Cultura: la complejidad de las culturas locales y la relación del turismo con esta, tiene un impacto en la economía de la localidad en cuanto a los encarecimiento de servicios y bienes, así mismo como la privatización de las playas, lagunas y mangles, lo que modifica la relación de la comunidad con los cuerpos de agua. En los lugares que visitamos notamos la modificación del paisaje, así como la sustitución de un sistema económico por otro en consecuencia de intereses de los inversionistas quienes han invertido en proyectos hoteleros y residenciales. De igual manera, consideramos que la inversión extranjera ha sido manera de inyectar capital al país, lo cual lo vincula a la región: por ejemplo la juce company, en Belice, donde trabaja gente de la localidad y de las fronteras nacionales cercanas.

Al respecto, las historias que la gente compartió con nosotros y las manifestaciones artísticas de las que fuimos testigos, nos llevó a cuestionarnos: en este Caribe diverso ¿Quiénes son los verdaderos caníbales? En el arte, en la calle, en las charlas, existe un consumo tanto de la tierra como de las personas (turistas/nativos) lo que ha llevado a respuestas violentas. Se trata de un acto reciproco de canibalismo de quienes llegamos y de quienes nos encontraron. Por ejemplo, King, empleado de un mediano inversionista de Minesota, ha puesto redes alrededor de su isla para contrabandear tortugas y langosta. Por lo tanto, podemos decir que en las seis comunidades visitadas, existe una economía de Ultramar que busca vender al turista los recursos de los lugares. El turismo es un macrocosmos que nos deja entrar al mundo de la tierra y la propiedad, al mismo tiempo que nos habla de una visión a futuro de lo que esos lugares podrían convertirse.

De lo anterior surgen varios cuestionamientos a los que buscaremos tener una aproximación con narraciones que varios entrevistados de las seis localidades que serán colocados en las entradas posteriores.



*Entrada publicada originalmente por Josué Gallegos el 6 de mayo del 2011

¿Costa Maya?

Costa Maya y Pueblo Mágico, son nombres de proyectos que han buscado activar la economía de la costa sur de México a través de las actividades turísticas. En el primero están contemplados Xcalak y Majahual, mientras en el segundo se encuentra Bacalar, que desde el 11 de febrero del 2011, a tres años de su nombramiento como Pueblo Mágico, ha ascendido a categoría de Municipio. Los proyectos han buscado ofrecer al turista nacional y extranjero la fantasía de la cultura maya, pero siempre vinculado al mar Caribe o la Laguna de Bacalar, para ello ha sido primordial la transformación de la carretera, de las instalaciones de agua y electricidad, así mismo como de los servicios que se pueden ofrecer a un tipo de turista. Esto también ha provocado la transformación de los modelos económicos que anteriormente sostenían a las poblaciones dedicadas a actividades como la pesca, las artesanías, la agricultura, entre otras. Hoy en día, están siendo transformadas para ofrecer un producto o servicio al turista. Las tres poblaciones, unas en mayor grado con respecto a las otras, están en proceso de aprender a tratar al visitante y definir el tipo de turismo al cual enfocarse.


Bacalar
Guadalupe
Ocupación: Información turística de Bacalar
En nuestro paso por el nuevo municipio de Bacalar, nos encontramos con Guadalupe. Ella es originaria del DF y trabaja en información, justo enfrente del fuerte de San Felipe de Bacalar. Pero desde ya hace muchos años reside en Bacalar al igual que su familia. Padres, hermanos, pareja e hijos, todos se encuentran en este sitio con ella, donde desarrollan su vida diaria. Según nos contó, la mayor parte de su familia se dedica a la docencia, “pues que otra cosa nos queda”. En bacalar la única escuela de nivel superior es la normal, donde la mayoría de sus habitantes han recibido su formación académica para prestar su trabajo en las comunidades al rededor. “20 % de la población aquí es turista, un 70% son maestros y un 10% son políticos”. Guadalupe también nos dijo que la pesca en Bacalar ya casi no se da, en su mayoría se trata de una pesca deportiva en la Laguna que se oferta al turista y para la cual se organiza una competencia anual.
La presencia de la Laguna de Bacalar es importante para la vida de Guadalupe, en sus palabras encontramos un deseo profundo de poseerla aunque sea por la mirada. “yo no sé cómo pero tengo que ver la Laguna” ella nos expresó sus intenciones de construirle un segundo piso a su casa para poder ver la laguna desde su casa, puesto que ella vive alejada ya que los precios de la tierra cerca del cuerpo de agua son elevados a “… y si con dos no la veo construyo otro, … el otro día vino un señor y me dijo que tenía 5millones de pesos para comprar su terreno en la laguna, yo mejor le dije que se regresara a juntar mas,” un predio cerca de la laguna en Bacalar se cotiza alrededor de los 40 mil dólares, como lo muestra el proyecto residencial “Los Flamboyanes” en su página en internet. http://www.losflamboyanesbacalar.com/es/lots-pricing.html
Bacalar, como mencionamos más arriba, es un municipio de reciente creación, antes del 11 de febrero del 2011, pertenecía al municipio de Othon P. Blanco. Cuando le preguntamos a Guadalupe por las regiones que conforman el nuevo municipio ella dijo que se han incluido en sus límites prácticamente sólo zonas arqueológicas, poco exploradas, pero cuyos proyectos de desarrollo turístico buscan poder “abrir al público en cinco años”, mientras tanto en los anuncios se vender al público como lugares inexplorados donde alguien con sentido aventurero puede hacer realidad la fantasía del descubridor. Dichas zonas arqueológicas se encuentran dentro de tierras ejidales. “dijeron que nos darían Majahual pero qué bueno que no, ahí pegan muchos huracanes.” Además de bajo la experiencia de Guadalupe, sabe que “después de un huracán aparecen más hoteles”
Otra cosa que nos comento es que en Bacalar hay una migración constante de gente de Veracruz, Chiapas y tabasco, quienes viven a las afueras de la ciudad. “yo vivo aquí cerca pero porque afortunadamente a mi papá le toco tierra y nos repartió”. Para Guadalupe Bacalar es su hogar, sin embargo no es un lugar con muchas oportunidades como Chetumal. “Mi hijo juega en el equipo de futball de Chetumal” el hijo de Guadalupe tiene planes de estudiar algo diferente a la Normal. Sin embargo, si no obtiene la beca del equipo de football, se tendrá que conformar con lo que le ofrece su localidad. “ya se lo dijo su tío, aunque sea eso”.



Xcalak
Para llegar a Xcalak hay que ir por una carretera pequeña, algo rustica, que es cercada por pequeños postes de electricidad. La población es pequeña, en algún momento de su joven historia debió ser mucho más pequeña que la de Majahual, los servicios básicos apenas están llegando a la comunidad, por ejemplo, dos veces por semana una pipa de agua lleva el liquido a familias que no cuentan con pozo o que no la pueden sacar del cenote cercano al basurero improvisado en un terreno vecino. La población local en su mayoría son pescadores adultos jóvenes, y en menor, extranjeros que residen hacia las afueras del centro.
Victoria
Ocupación: Encargada del parque acuático de Xcalak
Cuando llegamos a Xcalak visitamos el parque acuático de la localidad, ahí nos encontramos con Victoria, quien encabeza diversos proyectos de protección a la biodiversidad y actividades en la comunidad. Ella es oriunda de Chetumal y llegó hace un par de años para su servicio social, requisito para completar sus estudios en Antropología por la UCRO. “ya después me dieron la oportunidad de trabajar aquí con un sueldo.” En un principio Victoria nos dio un recorrido histórico del poblado, en el cual destaca la importancia de la Guerra de Castas y la relación fronteriza con Belice. “Xcalak comienza con la base naval que Porfirio Díaz mandó a poner para vigilar que los británicos no se quedaran con mas territorio” a pesar del tiempo y de la delimitación de limites políticos, las relaciones con la isla de San Pedro, en Belice, siguen vigentes, pues muchas de las familias están emparentadas con la gente de San Pedro. Cuando le preguntamos por permisos o visas para cruzar hacia aquella Isla, Victoria nos comento, que muchas personas de la población tienen documentos, pero que van tanto hacia ese lugar que ya son conocidos y basta con hablar con el “capitán” para entrar o salir.
La escolaridad en la población es de preescolar, primaria y telesecundaria, para estudiar licenciatura los jóvenes deben salir del pueblo “de 7 niños que se van regresan 6”. Entre otros servicio que se buscan fuera están los hospitales, por ello igual los viejos se salen de Xcalak para ir a vivir a otras ciudades como Chetumal. “el turismo aquí es muy familiar. Estamos esperando que hoy comiencen a llegar.” La economía de Xcalak, en palabras de Victoria, se basa en la pesca y el turismo. “el pescador no es pobrecito como muchos piensan, trabaja cuando quiere, si tiene hambre va al mar a pescar para la familia.” Por la situación de frontera “Xcalak entra en varios fondos económicos, recibe ayuda a nivel federal, estatal y puede solicitar apoyo del Banco Mundial” sin embargo para ella se le debe ayudar o enseñar a los pescadores a elaborar proyectos. “el problema es que el pescador tiene vicios y se gasta su dinero” haciendo referencia al alto grado de alcoholismo de los hombres.
Los desastres naturales, al igual como nos comentó Guadalupe en Bacalar, han motivado al cambio en el giro económico en ciertos momentos de la historia de la localidad, por ejemplo: Xcalak en sus primeros años comenzó siendo un poblado de cocotales, que servían para hacer aceite de coco, después del huracán “Janete” alrededor de 1954, el poblado se reconstruyó y su economía pasó del cocotal a la pesca, ahora se está enfocando al turismo “apenas en el 2004 llegó la luz eléctrica” y con este comenzaron a arribar extranjeros que levantaron casas imponentes a comparación de la típica casa del xcalaqueño, arquitectura que comparte con Belice, así mismo como otro tipo de turistas “uno más especializado, no de masas como el de Majahual”. Para Victoria el turismo en Xcalak es familiar o muy especifico, no de masas como el que se busca en zonas como Cancún o Majahual. Victoria señaló como diferencia entre este último con Xcalak, que este no tiene servicios para ofrecer al turista, baños o restaurantes. El turismo aquí es familiar, “supongamos que llega la familia de la señora que tiene el restaurante, ella cierra su negocio para atender a su familia. El turista no puede esperar eso” Fueron los propios habitantes de Xcalak que pidieron “ayuda” para tener su parque acuático, “creo que tomaron el ejemplo de sus familiares de San Pedro” el turismo es mas especifico, los extranjeros buscan la tranquilidad que el sitio ofrece, por ejemplo “Jhon le habla desde Estados Unidos a Marcelo, supongamos, y le dice: Marcelo llego tal día, quiero pescar tantos peces, de tales tamaños y donde el agua sea de tal profundidad, el pescador por su experiencia ya puede ofrecerle este servicio” los extranjeros buscan personas fijas para satisfacer sus necesidades, pasarla dos o tres horas en el mar con su familia sabiendo que nadie los molestara. “el fly fishing como le llaman”. El paisaje y su gente sigue consumiendo y el pescador negocia con eso.


Majahual
José Luis
Ocupación: tendero y empleado de hotel
La experiencia en Majahual fue particular para mí, pues el año pasado había conocido a Don Víctor, un hombre mayor que aún conservaba su pedacito de tierra enfrente del mar, a sus costados se levantaban imponentes los hoteles de dos Italianos que se devoraban la propiedad de don Víctor. Cuando conversó conmigo expresó sus deseos de levantar un hotel, como el de los Italianos que lo saludaban al pasar “son amables, pasan y saludan no como los americanos, a ellos no los quieren” recuerdo que me dijo. Este año mi propósito fue encontrarme con él de nuevo y saber que había pasado con su terreno, sin embargo, como era de esperarse, don Víctor ya no se encontraba en Majahual ni la tierra seguía siendo suya. Según averiguamos, al fin lo habían convencido a vender a los dueños de los hoteles que cercaban su casa. Esto nos lo dijo José Luis, joven tendero que vive en Majahual desde hace unos años. Su vida, como la de Guadalupe está en el puerto pues su suegro, su esposa, y sus cuñados viven ahí, todos se dedican a diversas actividades para completar sus ingresos económicos, por las mañanas sus cuñados trabajan en un hotel y por las noches atienden un puesto de hamburguesas y hot dogs. La plática con José Luis fue muy fructífera, pues confirmamos alguna de las sospechas que teníamos con respecto a la voraz modernidad que se desarrolló en el puerto después de “Dean” y nos dio un panorama diferente, pues en sus palabras encontramos un Majahual que sigue vivo, con gente y negocios locales que son ocultados por la fantasía de la Costa Maya.
Le preguntamos a José Luis por los hoteleros, a lo que nos comentó que mayoritariamente se trata de italianos, pero que existe una fuerte inversión de nacionales, consideramos que especialmente esta inversión nacional ha sido por parte del gobierno mexicano, pues se ha invertido fuertemente en la carretera, en la construcción de un muelle y de un malecón que recuerda el estilo arquitectónico de Cancún o el recientemente restaurado en Progreso. Como ya lo mencionábamos, después del huracán Dean hubo una reconstrucción total del puerto, tanto de infraestructura como de personas. Recuerdo las palabras que don Víctor me dijo hace un año “las cosas las fuimos a buscar al mangle” pero con la devastación llegaron inversionistas con un proyecto para transformar Majahual en un centro turístico masivo. “Después que se fueron los biólogos, los inversionistas le dijeron [al secretario] pon que el mangle está muerto y lo envías ahora mismo antes que lleguen a Chetumal” nos dijo el entrevistado cuando preguntamos por el manglar que hoy en día sigue devastado y por el cual pasa la carretera. En su anécdota nos relató que se hizo una junta con los inversionistas, a la que algunos pobladores asistieron, en la junta salió a relucir que la recomendación de los biólogos enviados para confirmar el estado del mangle, era esperar cinco años para que reverdeciera, sin embargo, los intereses que significaba un proyecto de la magnitud de Majahual, llevó a declarar que el mangle estaba muerto y comenzar a construir. Hoy, al llegar al puerto se aprecia un manglar seco “como salido de una película” de terror, según la impresión de nuestros compañeros al verlo por primera vez.
Después que comenzaron los trabajos de infraestructura, parte de la población fue reubicado hacia el kilometro 55. La aglomeración de gente ha sido problemática, pues llegan personas de veraniego que chocan con los habitantes locales. Para José Luis la fantasía termina de noche, pues Majahual está muerto ya que no cuenta aún con discoteca o algún servicio nocturno. No obstante, también nos dijo que hay proyectos de construir discos, recientemente han abierto Señor Frog, con lo cual se busca que la gente se quede de noche. A pesar de este panorama para José Luis, el turismo es necesario pues “abre muchas oportunidades”. Su sentimiento al respecto es ambiguo por un lado ve oportunidades en este Nuevo Majahual, por el otro prefiere lo que era antes. José Luis ha bregado con la situación. En Majahual al nacional no lo tratan bien, “si hubiera crucero ni caso te harían” nos comento cuando le hablamos de nuestra experiencia con los comerciantes en el malecón, el crucero representa mayor ganancia pues los extranjeros pagan en dólares americanos.
La vida de los habitantes que ponen sus esperanzas de prosperar en el turismo, se transformó, por ejemplo: la cancha de football que antes sirviera como espacio de recreación de los jóvenes, ahora se ha convertido en un estacionamiento para visitantes. “la escuela de haya es preescolar y primaria, frente a la cancha esta la secundaria y si quieren estudiar algo mas hay que ir a Limones, ahí hay una escuela de bachilleres”. A pesar de las oportunidades que los hoteles pudieran ofrecer para hacer del proyecto sustentable para la población, esto no es del todo cierto, pues los hoteles en su mayoría son parte de cadenas que traen trabajadores de otros lados, por lo que no se requiere contratar muchos nuevos empleados. “a los trabajadores le dan facilidades para rentar casas en la 55, a los de construcción los traen y los llevan a diario.”
Por último nos habló de Nuevo Majahual el cual a diferencia de lo que habíamos pensado en la investigación previa, no es un espacio para turistas de crucero, sino que se trata de un complejo residencial para gente de alto poder adquisitivo, presumiblemente inversionistas y gente del gobierno. Majahual se ha convertido en un lugar de paso, al menos en el imaginario, pues José Luis es prueba de la resistencia ante la intromisión violenta que ha significado el turismo en este lugar.

viernes, 6 de mayo de 2011

Belice: Donde TODO no es lo que parece.

Hopkins:

Después de conducir por el estelar paisaje de las montañas de Cayo y Stan Creek, nuestro próximo destino fue el pequeño y aislado (eso fue lo que pensamos) pueblo de Hopkins. Lo primero que uno reconoce es la terrible condición en la cual esta la carretera de entrada al pueblo junto con las mismas calles del pueblo.



Tan pronto como llegamos a nuestro hotel “All Season’s Guest House”, algunos tomamos las bicicletas para empezar a recorrer el pueblo. Las carreteras pronto nos resultaron engañosas y peligrosas ya que cada rato nuestras cadenas de bicicleta se nos caían. Uno pronto se da cuenta de la falta de infraestructura del pueblo y el hecho de que la mayoría de personas andan o a pie, o en bicicleta. Sin embargo, estas imágenes pronto cambian al darnos cuenta de los coches que vienen desde “afuera” o mas bien: desde los resortes y grandes casas de los extranjeros. Los vehículos rápidamente cambien de ser simples bicicletas o un par de pies humanos con ampollas a ser “Land-Rovers” o “Hummers”. Uno inmediatamente se pregunta: ¿de donde carajo pueden venir tales coches?

La respuesta es simple: vienen de las personas que son propietarias de las grandes propiedades y lotes que quedan en la playa o en el los resortes a las orillas del pueblo. Pues en Hopkins hay una gran cantidad de inversión extranjera. La mayoría de estas personas son de Estados Unidos y Europa y vienen ha hacer inversiones de largo alcance. Es decir, estamos hablando de que sacan prestamos de 20 a 40 años. Así qué no son simplemente casitas de verano…

Sin embargo, dentro de Hopkins existe también una comunidad que aun se considera muy orgullosamente Garifuna. Se puede decir que la comunidad Garifuna está adentro, o en las carreteras no pavimentadas y descalzos, mientras que los extranjeros y propietarios de grandes terrenos y resortes están en las orillas con sus coches de lujo. Esto es, en realidad, algo que me resulta ser un poco irónico, ya que a lo largo de nuestros diferentes recorridos por otros lugares del Caribe, casi siempre son las orillas de pueblos o ciudades que contienen a las poblaciones marginadas. Pues bienvenidos a Belice, otro mundo, donde nada es lo que parece!

Pues es que Hopkins no lleva ni 15 años de haber obtenido electricidad. Era una comunidad que antes se enorgullecía en ser ‘auto-subsistente’. ¿Pero que pasa? Llega la luz y con eso llega el Gobierno. Llega la luz y con eso llegan también los Chinos que junto con las pequeñas casitas de hospedaje (realmente propiedades de las familias Garifunas locales) y los hostales junto a la playa ahora forman gran parte del flujo de dinero dentro de Hopkins. Pero ese dinero no es el ‘grande’, el grande viene de los inversionistas que también llegaron con la luz. Los que ya están trabajando en pavimentar la carretera y calles de Hopkins para que puedan llevar a cabo sus grandes desarrollos.

¿Pero con todo este desarrollo e inversión, que pasará con la comunidad Garifuna?

Tuve la oportunidad de hablar con dos muchachos Garifunas llamados Kenny y Lexly. Ambos muchachos no excedían los 25 años y se pasaban el día entero tomando ron y fumando marihuana (en Hopkins las que trabajan son las mujeres). Mi encuentro con ellos fue bastante interesante ya que no me esperaba de que empezaran a hablar sobre su cultura y las preocupaciones que tienen de perderla (al parecer la marihuana hizo que se pusieran a reflexionar sobre sus vidas, no me quejé). Pero bueno, ellos temían que sus tradiciones y el uso de su lengua Garifuna de hecho ya se estaba perdiendo por la falta de interés por parte de las generaciones menores. Me decían que los jóvenes hoy en día ya no quieren hablar Garifuna y que prefieren hablar el Inglés o el Criollo. Similarmente, había un flujo migratorio muy fuerte hacia Dangriga por parte de los jóvenes que también impedía la continuidad de su cultura. En fin, le dieron mucha importancia al rol que juega la lengua en la continuidad de la cultura. No obstante, me pregunto si eso debería de ser la máxima preocupación de Lexly y Kenny?

Pues pensándolo mas en serio, el mayor flujo de dinero que hay en Hopkins viene desde afuera, de los grandes inversionistas y extranjeros previamente mencionados. Y en una sociedad donde el dinero lo dicta y manda todo, estas son las personas que realmente serán los dueños de Hopkins en 10 años (si es que aún no lo son). Y honestamente dudo que a una persona que viene ha hacer una inversión en una propiedad le importe mucho la continuidad de una cultura que no tiene nada que ver con sus intereses. En otras palabras, al extranjero le importa un bledo la cultura Garifuna y ‘el negro’ que toca sus tambores para entretener a los turistas que vienen a fumar marihuana con ellos:


¿Aquí los tienes, te importan?

Por estas razones, no estoy seguro si la mayor preocupación de Kenny y Lexly debería de ser la falta del habla Garifuna entre los jóvenes de Hopkins, sino del monstruo extranjero/turístico que más y más se está infiltrando en su mundo y apoderándose de sus tierras y propiedades. Pues si esto sigue así, muy pronto Kenny y Lexly se encontrarán sin casa y tierra en un camión hacia Dangriga o Belize City forzados a hablar solo Inglés o Criollo. No solo estarán envueltos en un mundo que no es Garifuna, sino que tendrán que dejar su circulo vicioso de ron y marihuana – cosas que dudo les agrade mucho..

Placencia:

Cuando empezamos a entrar en Placencia, uno de los primeros carteles que uno ve dice así: “Plantation Estates.” El cartel se refiere a un proyecto que el estado junto con el grande dinero de los inversionistas extranjeros esta llevando a cabo. Pues si pensamos que en Hopkins había grande dinero, es solo un pincho de lo que hay en Placencia. Además de ofrecer un turismo de placer tanto al nacional como al internacional, Placencia también ofrece un turismo de largo plazo para cualquier persona (con dinero, obviamente) que quiera venir a quedarse a vivir. La renta de lotes, casas y propiedades esta a la mano del que quiera extenderla llena de billetes.







Las personas que realmente vivían en el centro de Placencia, al pasar de los años, poco a poco han ido siendo desplazadas a otros lugares en las afueras, como por ejemplo el pueblo de Independencia.

Esto fue lo que me dejo saber “Clyve” un vendedor ambulante de frutas y verduras que tuvimos la dicha de entrevistar. Pues Clyve, aunque originalmente es de la Ciudad de Belice, lleva mas de 10 años trayendo su negocio a Placencia. Clyve nos contó que viaja por todo el país para conseguir su producto y que a veces llega hasta Chetumal (le dio mucho orgullo decirnos que sus manzanas eran Mejicanas!). Nos dejo saber que la mayoría de los turistas que están en Placencia vienen desde Estados Unidos y Europa y que tienen sus lotes y propiedades en lugares como “Plantation Estates” o “Cocoplum” porque está demasiado lleno de gente dentro de Placencia. Clyve pronto sugirió que para él, el turismo es como una espada de dos filos que obviamente puede ser bueno económicamente, pero parecía estar muy consciente del hecho de que se apoderaba de tierras, gente, y casas. Afortunadamente, a los turistas con calor les gusta refrescarse con una manzana o pedazo de sandia fresca, así que a Clyve le va mas o menos bien.

No obstante, una de las cosas que mas me impresiono, fue toda la construcción de lotes y así mismo la destrucción del manglar que se esta llevando a cabo en Placencia. El manglar literalmente ha sido destruido y las construcciones están quedando por en cima de él. Le preguntaba a Clyve si no había algún tipo de ley que impidiera tal acción y simplemente me dijo: “when you have the money to buy the land, you do whatever you want with it.” Inclusive, me dijo que hay tanta construcción de lotes y negocios turísticos en Placencia, que están hasta cerrando fabricas y otras industrias para hacer campo para el turismo. Me comento que pronto iban a cerrar una fábrica de naranjas. Esto me hizo pensar en los trabajos que perderán todos los inmigrantes Centroamericanos que trabajan en esas industrias dentro de Placencia. Todo por la inversión y el placer del turista..

Es difícil no pensar en esta apoderación de industrias, tierras, manglares, e inevitablemente hasta de gente como un tipo de Neo-Plantación. Pues lo que está pasando en la mayor parte de Belice, pero muy explicito en Placencia, es casi como si fuera una re-creación de un subconsciente hacía un pasado de plantación. Obviamente, ya no estamos hablando del corte de caña o algodón para ponerlo así, pero de brindarle al turista (que generalmente es Blanco – como los grandes ‘Masters’ de la plantación) toda la paz y tranquilidad del mundo. Es irónico pensar en la idea de que los Garifuna se enorgullecen por ser un pueblo que siempre ha sido libre y ha vivido tantos años sin ser esclavos, y ahora estamos en el siglo XXI hablando de un nuevo tipo de esclavitud – el turismo y desarrollo descarado que se apodera de su gente y sus tierras.



Dangriga:

En realidad, todos estos lugares son un tipo de proyecto. Sin embargo, Dangriga es uno de los mas complicados de tratar de descifrar. Es casi como si Dangriga fuera el proyecto fallido que no ha tenido la ‘fortuna’ de tener el boom que ha tenido un lugar como Placencia.

Al entrar a Dangriga, uno inmediatamente siente un sentimiento como si el lugar estuviese abandonado.



Para empezar, hace un calor fatal que mantiene a la mayoría de las personas dentro de sus casas. Dangriga tiene un sentir muy industrial y no se puede disfrutar de los grandes paisajes de casas extranjeras o lotes turísticos que se ven en lugares como Placencia. Dentro de la ciudad, hay una gran población de Chinos que básicamente controlan gran parte del flujo del dinero, o quizás esa sea la fachada que se nos presenta.

Pues yo considero que deberíamos de ver a Dangriga como un lugar donde cosas pasan “bajo el radar” para ponerlo así. Es decir, sirve como la entrada y salida de los diferentes tipos de contrabando que forman una parte tan importante de no solo un país como Belice, sino que de todo el Caribe. Pues en lugares como Belice y el Caribe se permiten cosas que no se permiten en otras partes del mundo.



No cabe duda que Dangriga es visto como un lugar donde hay bastante violencia, y al parecer si lo hay. Pero insisto en que estas cosas también sirven de fachada para cubrir lo que verdaderamente está pasando aquí.

Tuve la oportunidad de hablar con una chica joven llamada “Whitney”. Ella me decía que en Dangriga no había tanta violencia como lo hay en la Ciudad de Belice. No obstante, consciente o inconscientemente hizo la comparación. Me contaba que ella trabajaba tiempo completo en un restaurante que es negocio de un Chino al que le llaman “Daymon”. Me decía que no había mucha gente afuera en la ciudad porque mucha gente andaba disfrutando de las vacaciones en lugares como Placencia. Pronto me di cuenta de que me estaba tratando de convencer de que Dangriga no era un lugar tan malo. Me comentaba que también hay bastante gente en Dangriga que son propietarios de cayos y que llevan a turistas a pasar el día y ha hacer actividades en las islas.

Lo cual me lleva a mi punto final: nuestra experiencia con el famoso personaje “King”. Este hombre nos recibió en su cayo “Bread and Butter” con una hospitalidad espectacular.



Para mí, este personaje encarno muchos de los puntos que hemos venido discutiendo en nuestro blog. King es el turismo, el contrabando, la sobrevivencia y la violencia. En fin, King… aunque sea empleado de un inversionista del estado de Minnesota en Estados Unidos se apoda King por alguna razón. Pues si bien los diferentes proyectos de turismo, de inversiones, de grande capital, y hasta de contrabando que se están llevando a cabo en lugares como Hopkins, Placencia y Dangriga son una forma de Neo-colonización o Neo-plantación, King no es un típico esclavo servicial. Pues King, abiertamente nos contó sobre las actividades en las que necesita de estar envuelto. Por ejemplo, nos contaba sobre su participación en el contrabando de tortugas para poder obtener el escudo. ¿Pues de donde creen que los músicos Garifunas sacan sus escudos de tortugas musicales?



En otra ocasión, nos explicaba la serie de redes que ha incorporado debajo de su isla para poder aprovechar la pesca en todo su esplendor. ¿O que tal el barril de marihuana que su hermano (o guardaespaldas) el “Tío Willie” dijo haberse encontrado en el mar? Y ni mencionemos las miles de conchas rosadas con las que básicamente ha construido su isla. Estas son cosas que quizás el “White master” o su jefe de Minnesota (como lo queramos ver) no vea con tanta satisfacción. Pero al final del día, King ha podido tomar lo que le ha dado su jefe y darle vuelta para que pueda sobresalir él mismo – si eso no es el bregar puro, no sé qué es… King es un excelente ejemplo de cómo en el Caribe se cumple con una fantasía turística que se fundamenta en la economía del deseo. Algo que el primer turista que llego a estas tierras comenzó, y seguramente estaría orgulloso de ver que fundamentalmente no ha cambiado tanto. En algún lugar, o más bien: en alguna isla del Caribe, Cristóbal Colón esta sonriendo…

Las Memorias del Road Trip

Este es el recuento (parcial) de los diez días que pasamos por la franja de costa entre el sur de México y Belize. Las diferencias entre estas regiones no son mas que trampas al ojo. El clima los traiciona, el azul y lo templado de sus aguas al caer la noche, los fuertes ante una laguna que mas bien parece una bahía, y hasta escuche a alguien decirle china a una naranja. Pero lo mas impactante para esta hija del Caribe es encontrarme gratamente con la brega o como decían las maravillosas personas (y los personajes que encarnaban) the hustle. Porque descubrí que a la par con el Caribe las estructuras sociales están sujetas al ingenio de cada cual. No puedo garantizar la veracidad antropológica de cada una de estas historias, pueden ser una completa invención de las personas con las que hable, pero durante esos diez días eran reales. Una bicicleta sin pedales y un camino de piedra eran el centro de mi universo. Tomando de partida el titulo de nuestro humilde blog, tratare de hacer un recuento de cómo en un intento por entender y ser fácticos; nos devoro el paisaje.

Bacalar fue catalogada por las autoridades municipales como ciudad mágica, se encuentra en el estado de Quintana Roo, lo suficientemente al sur de México como para respirar un ambiente totalmente distinto; ¿caribeño, tal vez? Definitivamente este paraje mexicano ha sido escenario de conflictivos encuentros, que ayudan a crear mas de una conexión con la vecina región insular. La laguna de Bacalar es un cuerpo de agua dulce que brindo por años acceso a los entrepenours ingleses que pretendían lucrarse del palo de tinte de los bosques de esta región americana. Llegando de la ciudad blanca, Mérida y tras una breve parada Valladolid llegamos a Eco-Tucán, que siguiendo los parámetros de la región ofrece lo que las revistas turísticas anuncian como una experiencia de armonía con la naturaleza, no sin antes advertir que no des de comer a los jaguares. Tras dejar nuestro equipaje en nuestras respectivas cabañas nos dirigimos al centro del pueblo, allí hacemos el recorrido por el Fuerte de San Felipe de Bacalar, construido por las autoridades españolas como defensa del constante asecho de los ingleses.

Al caminar por las calles de la ciudad de la laguna de los siete colores puedo reconocer las distintas formas de hablar español en México, y es que Bacalar se ha convertido en destino de quienes desean irse de paseo por su país, desde Cancún o desde San Luis de Potosí, aunque no faltan los que merodean las calles de esta tranquila localidad con pasaporte extranjero. Bacalar se mercadea como un área turística de bajo impacto en el cual puedes ver un México alejado de la vorágine que se le vende a los estudiantes y sus fantasias de spring break a lo MTV. Las revistas turísticas sugieren complacer las ávidas ansias del que añora tranquilidad y un cuadro de cristalinas aguas e incluso sin la incomodidad del salitre. Sin embargo, era semana santa y los pocos extranjeros ajenos a nuestro grupo que pude ver andaban con prisa y nerviosos. Comentando con Elianah sobre las tiendas de abarrotes, las farmacias, la estructura misma de esta ciudad en la cual la cercanía a la laguna es su estándar de medir el poder adquisitivo nos encontramos con Nick Hunter y su negocio de Bienes Raices. Cada año regresa a la esquina de la plaza central de Bacalar y se sienta con su conexión de Internet privada trata de pescar alguien que hable su idioma ofreciendo panfletos de información turística. Una vez dentro de su oficina, tiene fotos mas acorde con su negocio, un negocio que lo trae a Bacalar todos los años. Cuando Nick regresa a Inglaterra deja atrás a una muchacha local que se encarga del negocio, pero es temporada alta y Nick quiere supervisar además de disfrutar el clima, Londres esta helado. Al entrar no nos hace mucho caso, luego al escuchar el molestoso acento americano que he heredado pone mas atención. Nick tiene el cuidado de indicarnos que en Bacalar no hay nada que hacer, tal vez un golpe de sinceridad al ver que estas dos chicas no concuerdan con el estereotipo de su clientela. Su negocio se llama Bacalar Properties, que comparte con Steve, un norteamericano de Oregón quien no se encontraba en Bacalar al momento de nuestra visita. Nick nos cuenta que en su tiempo libre, que al parecer es mucho, va a negocios como Escondido o La Palapa, cuyos dueños son igual a el, aventureros de otros lares. Con una gran sonrisa, nos recomienda a mi amiga y a mi irnos a Chetumal o Mahahual donde probablemente encontraremos cosas que sugiere son de nuestro interés. Nick con sus grandes ojos azules reta en su pagina web a los corredores de bienes raíces que hacen negocios desde Cancún o Playa del Carmen, en la descripción de su negocio se muestran muy orgullosos de vivir en Bacalar, aunque nos aya dicho lo contrario y recomienda a Bacalar como destino obligatorio para los amantes de la naturaleza, la historia y punto de partida para explorar la zona. Los precios, sin embargo anulan para muchos la posibilidad de deglutir el paisaje paradisiaco. Con precios que comienzan en $35,000.00 USD, para propiedades que usualmente necesitan mejoras y se encuentran por supuesto mas lejos de la laguna. Al salir de la oficina de Nick, no pudimos sino notar el deterioro en el que se encuentran las estructuras una vez se cruza la Iglesia revoloteando en nuestra mente cuan inalcanzable es para muchos de los propios habitantes de esta ciudad 35,000 dolares americanos. Al regresar sobre nuestros pasos, fuimos a tomarnos algo en uno de los restaurantes frente a la laguna, allí nos encontramos con meseros evasivos, sin embargo Manuel, nuestro mesero se relajo un poco y nos dijo que el negocio no había ido muy bien esta temporada de semana santa. Había trabajado en una fiesta privada la ultima noche de luna llena en una embarcación privada que unos americanos habían rentado para hacer una fiesta navegando por la laguna. Nos dijo que el dinero fue bueno, pero al parecer también sintió la necesidad de indicarnos que el lugar correcto para nosotras no era Bacalar, sino Mahahual. Pagamos para seguir su consejo al día siguiente.

Al siguiente día de regreso a Bacalar, luego de haber pasado la mañana en Xcalac seguimos la ruta 307 nuestra siguiente parada fue este lugar al que todos pretendían encaminarnos, Mahahual. Aparece en el camino como una visión en el desierto, en algún momento lo dude pero no era un delirio luego de pasar por un camino de mangles destrozados primero por el huracán y luego por la ambición humana, estábamos entrando por los caminos de la devastación a un centro de placeres humanos. Mahahual no tiene los grandes edificios de dudoso valor estético de Cancún o el sutil encanto de ‘little village’ con el cual cuenta Playa del Carmen, es un pequeño Frankestein que se levanto del desastre que le dejo el huracán Dean en el 2007. Trip Advisor lo propone como el destino prospecto para quienes buscan un pedazo de paraíso en las costas mexicanas, al menos con eso esta contando los meseros, vendedores de recordatorios, instructores de buceo, y hasta acróbatas que ofrecen estrepitosamente sus servicios mientras los transeúntes caminamos por las calles de esta localidad. Sin embargo, este destino es diametralmente contrario al paraíso natural que ofrece Bacalar, o X`calac, el pueblo se divide en tres espacios, las pequeñas casas construidas para los trabajadores, el área reservada para los que se bajan de los cruceros y la parte de la playa de acceso libre. Por esta ultima fue que caminamos, con un comportamiento casi acosador trataban de que nos sentáramos en cada una de las palapas por las cuales pasábamos. Al intentar utilizar los servicios sanitarios, nos miraban con desden al indicarles que no los acompañaríamos para el almuerzo. El ambiente da un sentido de inestabilidad, de caos, incluso de violencia. Al salir de uno de los lugares que pasamos a mi compañera de viaje tras caerse un pequeño trozo de papel de su cartera, la interrogaron de que cargaba con ella en su bolso. Al descubrir que el pequeño trozo de papel solo contenía los restos de una goma de mascar la dejaron ir, no sin antes dar la impresión que habían encontrado su aventura delictiva del día. En Mahahual existen desde estudios de Yoga hasta la Casa de la Tequila, un pequeño Disneylandia que se construyo a imagen de el patrón de desarrollo de la Riviera Maya y que no parece diseñado para que la gente viva mas allá de las horas establecidas en el itinerario del crucero. Finalmente decidimos entrar al agua, sentir el Caribe, dejarnos llevar por el azul del mar. Inmediatamente nos ofrecen menús, los precios sugieren que por aquí pasan los turistas a menudo. Nuestro mesero, nos ofreció masajes, estrellas de mar para llevarnos a casa y una oferta de cubetas con cervezas frías, bienvenidas al paraíso. En este lugar los desarrolladores no le dieron tiempo de salir del sobresalto del huracán para construir sus proyectos, es una trampa turística, un churro solo harina, dulce sin valor nutricional pero vende bien.

De regreso a nuestro Eco-Hotel comparábamos notas sobre Mahahual y X’calac, la distancia es corta, las diferencias innumerables. La segunda parte de nuestro recorrido, nos lleva a Belice; el único país de Centro America en el cual se habla ingles. El recorrido fue abrumador, la belleza de esta parte del hemisferio deja sin aliento al mas insensible. Ya desde X’calac habíamos percibido cambios notables, las construcciones, se levantaban del suelo en vigas, las carreteras con poco o ningún trafico mas que el eventual charter de ADO y la omnipresencia de los OXXOS había sido sustituida por rótulos en ingles, solo con salpicaduras de español. Previo a mi viaje había hecho ciertas indagaciones en torno a Dangriga, su imagen web la nombra la cuarta ciudad mas grande de Belize, no puedo negar que el producto de mi imaginación incluso tras haber estado ya tres días entre Hopkins y Placencia, no concordaba con lo que encontré. La ciudad fue fundada en 1832 como un asentamiento Garifuna tras la expatriación de la cual fueron victimas en la isla de Saint Vincent. En Hopkins nos habían hecho historias de Dangriga, de hecho una de las primeras personas que nos insinuó sobre la naturaleza un tanto violenta de esta ciudad fue Benny, quien Elianah nos contaba era uno de los que se sentaba en el “circle of men”. Sin embargo nos pidió un aventón aquella mañana para llegar a poder a Dangriga a concertar ciertos negocios que tuvimos la prudencia de no indagar. En el camino pasamos el hospital y un gran edicto que leia “Get High on Life, Say no to Drugs” No vi nada que dijera Bienvenidos a Dangriga. Una vez llegamos fuimos al museo, estaba cerrado cuando llegamos, parecía que lo abrían solo para nosotros. Frente a la puerta una escultura que representaba a un Garifuna tocando el tambor vigilaba mutilado la puerta del museo. Su boca estaba chorreando pintura roja, y sus dedos cortados de manera tal que las varillas que sobresalían le daban un aspecto de Wolverine, solo que este nunca fue esclavo. El museo es pequeño, bien delimitado se divide entre la historia y la contemporaneidad. Siempre siento emoción al reconocer la transitividad de las culturas y definitivamente sentí el lazo estrecharse al ver los artefactos de origen arahuaco en aquel rincón de Centro America. También en las paredes del museo encontré una explicación a cierto episodio que nos ocurrió a Elianah y a mi el día anterior, suspire aliviada cuando descubrí que era solo una danza y con rimbombante nombre en español para mi sorpresa. Aquellos niños solo mantenían su cultura de Matamuerte viva. Continuamos hacia el museo de Pen Cayetano, artista plástico, músico y filántropo nacido en Dangriga en el seno de una prominente familia de políticos e intelectuales. Este se expatrió a Alemania, donde conoció a su esposa y donde aun reside su hija. Paseamos por su galería, donde los cuadros de este hombre tan particularmente relajado echaban gritos de las historias de esfuerzo y suspicacia de la comunidad Garifuna y que de particular forma contaban la historia de un pueblo que reclama ser libre pero que sigue estando atado a los desvaríos de la razas y la segregación que viene con esta. Pen se animo a sacar sus tambores en pleno sol de medio día para tener un jamming session con el grupo, las gotas de sudor bajaban por su frente pero la sonrisa de su rostro nunca desapareció. La hospitalidad beliceña, nunca la podré desvincular del bregar boricua. Ya en el pueblo, los grupos se dividieron y nos dirigimos al taller de Mr. Austin Rodríguez pasando por el mercado, donde los puestos de misceláneas eran controlados por Hondureños y Guatemaltecos mientras que los belicenos hacían lo propio en los puestos de frutas. Pasamos una cancha, bordeamos el río y llegamos con un vendedor de jugos que andaba en su bici mercadeaba su Okro Punch como la cura de la impotencia. Me decidí por el carrot juice, que estaba delicioso, y le preguntamos sobre Austin, nos dijo que la muchacha que estaba estableciendo las circunferencias apropiadas en los tronco era la hija de Austin y que ella me podía contestar todo lo que quisiera saber sobre la fabricación de los tambores garifunas. En efecto, ella y su hija Elizabeth Bernadez tienen una tienda de arte y artesanías garifunas, pero la estrella del espectáculo son los tambores. Nos explicaron el proceso de fabricación, e incluso nos dejaron tomar fotografías del taller no sin antes advertirnos que usualmente no dejan tomar fotos allí. Fueron muy amables, de hecho me permitió usar rápidamente el servicio sanitario de su propia casa. Me resulto interesante como utilizaban la sierra para hacer el corte en el leño, le pregunte cual era el método tradicional garifunas y me dijo que quemándolo; pero que gracias a la sierra podían utilizar el tronco para fabricar hasta seis tambores adicionales, incluyendo pequeñitos para souvenirs. Lamento que con el método tradicional se desperdiciaba demasiada madera, pues una vez quemada resultaba inservible. Preciosas maderas como caoba, cedro o árbol de Mayflower que solo daban vida a un tambor. Al salir del área del mercado, que ya estaban cerrando un chico con una macana vigilaba el lugar, fue amable pero nuevamente la dualidad de hospitalidad beliceña. Pasamos por una tienda que a simple vista parecía una papelería, pero donde encontramos una gran selección de libros por autores beliceños, lo cual fue una grata sorpresa. Igualmente agradable fue conversar con el dueño de la tienda, sin moverse de lugar ni dejar de ojear su periódico nos contó que era veterano del ejercito estadounidense, que estudio en Chicago, que había estado en Asia, en Cuba y que conocía a Nueva York como la palma de su mano. Le creí de inmediato. A la salida nos encontramos con tres señores que tomaban ron y fumaban sus cigarros. El primero se escondía tras su abundante barba blanca y bebía de un vasito hecho del fondo de una botella plástica de Sprite. Pero el mas hablador era Joseph, con sus largos dreads locks y su impaciente sentido de describir la ciudad de Nueva York. Se le iluminaron los ojos cuando descubrió que Elianah era de la ciudad, comenzó a nombrar a todos los que había dejado en Brooklyn y en Washington Heights. Mientras, saque un cigarro y le ofrecí, lo acepto con mucho gusto y seguí hablando hasta que frente a nosotros apareció una camioneta roja, los cristales oscurecidos que cuando bajo el frío polar llego hasta nosotros en el horno que era la calle ese día. Era un muchacho joven, sin nada en particular mas que el hecho que el tenia una camioneta y que por ejemplo, nuestro amigo de los jugos andaba en bicicleta. Ambos sin embargo, vendían su producto. Luego de intercambiar par de palabras ininteligibles para mi, Joseph me dijo que si necesitaba ‘some green’ le dijera. Le dije que estaba bien, que ya me regresaba a Hopkins y continuamos hablando de Nueva York. Al marcharnos le hizo prometer a Elianah que saludaría a sus amigos que dejo en Nueva York. Al regresar al lugar de encuentro del grupo pasamos por el lado de otro grupo de amigos que nos gritaban ‘Ven, habla conmigo para que conozcas lo que es Dangriga!’ A pesar de lo leído sobre la cultura garifuna, Dangriga se me asemeja mas a un gran almacén. ‘What do you want?’ ‘What do you need?’ Los chinos como nos decía Joseph, vivían en grandes casas de cemento en la ciudad o se mudaban a Placencia, eran dueños de ciertos almacenes, pero what you may want or what you may need no siempre se encuentra en una tienda de abarrotes. Aquí no parece que la inversión canadiense o norteamericana haya llegado, con sus condos, resorts y cruceros. De llegar encontraría un terreno fértil para crear un Disneylandia parecido a Mahahual, incluso este almacén podría proporcionar los materiales para hacerlo. Pero al hablar con estas personas, noto una chispa que los mexicanos de aquella villa de turistas no tenían, la seguridad de saber lo que están haciendo. Ven y conoce a Dangriga, habla con nosotros. El dragado que le están haciendo al río Stan Creek, me parece que no es sino otra manera de hacer llegar los recursos necesarios, sea de la manera que sea para poder tomar parte en el juego de la supervivencia. Que nos queda, no mas que admirar la perseverancia de un pueblo con tal herencia, mezcla de quienes se resistieron a luchas de imperios, el ser sambo y hacerse el tonto. Deglutir cada momento y consumir lo que me apetece, para evitar ser consumido por el ojo turístico o antropológico. De regreso a Hopkins, me percate de la violencia de la que nos hablaba Benny, no se trata de armas largas como las de los militares en las carreteras en México, sino del sutil encanto de la conversación y el ingenio que los beliceños parecen dominar a la perfección. Como mencione antes las diferencias entre este pedazo de Caribe continental con el insular es una mera trampa al ojo. La cadencia delata que no solo los conflictos y los desvaríos históricos vinculan las regiones, the certain kind of way esta aquí presente.


Parte de la intravista en Bacalar, con Josue









Dangriga:



Dangriga es una ciudad que promociona con ser el centro y el corazón de la cultura Garífuna, pero creo y considero que la cultura o el corazón de ésta cultura está limitada a un único centro en cuestión, el museo. Cuando caminaba por la callen de Dangriga me daba cuenta del olvido del pueblo, no sé si por ser un dia feriado cuando acudimos, pero las callen estaban casi vacias, salvo a personas que parecían estar o estaban en verdad, alcoholizadas, bajo el efecto de drogas o solamente mirando pasar a la gente con una lamentación que lo demostraban sus caras. Los chinos en ésta región, en realidad en todas las zonas belizeñas que visitamos, han convertido en Dangriga en un verdadero de oportunidades para ellos. De oportunidades para poder desarrollar sus comercios y explotar a la gente con los precios de sus supermercados.

Cuando acudimos a platicar a la estación de policia, en dos ocasiones recibimos negativas de los hombres que laboran allí, claro siempre hay alguien que nos salva, en éste caso una mujer que es la Sheriff, y que aun siendo su día de descanso tenía que ir a la estación a vigilar a los que laboran en ella. La mujer nos habló de Dangriga como un lugar muy seguro, comportándose de una manera muy altenera con sus compañeros policias ellos a su vez solamente permanecían callados y observando. Según sus palabras Dangriga es el lugar más seguro en Belize, no lo creo, pero en fin, también nos comentó sobre el papel de la mujer en el trabajo de la estación de policía, siendo 40 mujeres las que trabajan en la estación. Lo interesante resulta cuando ella mencionó que era su día de trabajo, pero que tenía que acudir a supervisar por que sino los hombres no trabajan, realidad muy contraria a la que nos presentó cuando dijo que Dangriga era un lugar seguro. Si fuera seguro ella podría ocupar su día de descanso en otras actividades, o por el contrario disfrutar con su familia, pero no ella tiene que ir a trabajar. Lo importante es que si según ella Dangriga es un lugar seguro, ¿Por que hay mucho más elementos policiacos en éste lugar, en comparación con Placencia y Hopkings?.

Desde mi punto de vista es un gran avance que ella siendo mujer haya ocupado un puesto muy importante, lo segundo es que mientras ella estaba "trabajando" con sus compañeros, la gente del lugar hacía transacciones de drogas, de armas, o quizá se estaba cometiendo un asesinato o violación y ella no hacía nada.




Xcalak:



Xcalak es una población "olvidada de dios" en palabras de una de las mujeres habitantes. Al estar presentes en éste sitio, y platicando con las mujeres que esperaban el servicio médico gratuito que acude solamente una vez al mes, pudimos darnos cuenta de la inconformidad de la población al ser Xcalak un pueblo en donde la acción del hombre si limita únicamente a los extranjeros que se establecen en el lugar en busca de paz y tranquilidad. De igual forma cuando conversabamos mi compañera y yo con los niños de una tienda, ellos nos hablaban sobre la escuela, su escuela, a la cual asisten con cierta regularidad de acuerdo a la pertinencia de las autoridades en encontrar a un maestro que decida y pueda acudir a impartir clases de primaria. El segundo nivel de educación al que pueden acceder los pobladores de Xcalak es la telesecundaria, siendo este tipo de educación ineficiente y para maestros flojos que solamente enseñan mostrando videitos cin explicar nada. Cuando uno de estos niños quiera estudiar la preparatoria, y algo más obstinado y dificil para ellos la universidad, tiene que desplazarse a otra población más cercana para nosotros, lejana para ellos: Chetumal. Sin embargo para acudir a ésta ciudad se necesitan de recursos económicos suficientes para la manuntención de los estudiantes, dinero que el estado, ni la pesca y mucho menos el trabajo de turismo no puede proveer. El niño de 13 años nos comentaba que de grande será pescador o trabajar en villacocos, solamente tiene dos opciones para subsistir en una región cuyo toponimía significa los gemelos, que curioso los gemelos son dos las únicas opciones dentro de trabajo en la población son dos. La visita que realizamos a ésta insula, nos permite mirar a la situación tan precaria que sufren los lugareños. En ésta región debido a los efectos del préstamos presenta uno de los más altos índices en suicidio. Siendo de ésta forma el suicidio una forma de violencia, que si bien no es ejercida por otro individuo, está siendo ejercida por la colectividad: el sistema de préstamos.

En ésta población existe un atraco económico evidente, que se demuestra no solo en la arquitectura, que por cierto presente mucha semejanza con la arquitectura belizeña, sino también en el muelle que parece estar sin mantenimiento. A pesar de estos los lugareños viven y sobreviven tratanto de luchar cada día de acuerdo a las posibilidades que el mar les proporciona.




Algunos comentarios a las pláticas con los lugareños/extranjeros de Bacalar, Xcalak y Dangriga.














Bacalar:




Como primera mirada al lugar acudimos el balneario público de Bacalar, situado a un constado de la laguna de los siete colores, en donde tuvimos la suerte de encontrarnos con dos personajes que nos a mi compañera y a mi, sobre el motivo de su visita a Bacalar la cual era de placer, ya que ellos no eran del lugar. Se acercaron a nosotros pretendiendo tener una conversación con mi compañera, por lo tanto se aproximaron a ella en un tono relajante, pero al mismo tiempo desafiante de la actitud de mi compañera; hablando en inglés, claro pensaron que era turista. De ésta manera pudimos tener una breve plática acerca, ellos argumentaron acudir visitar cada rincón de Quintana Roo en carro con el único motivo de conocer el lugar, dato curioso, ya que también nos ofrecieron sus tarjetasde presentación, en las cuales se ofertaban como promotores residenciales y de bienes raíces, así como también organizadores de ferias, en específico una muestra internacional de comida. Lo interesante resulta que ambas personas podrían estar andando con ánimos de espionaje; es decir de dar informes sobre ciertos acontecimientos, cuyos motivos desconocemos. De igual modo, permitió que en una discusión pensaramos a cerca del problema de la tenencia de la tierra en ésta región, de allí la importancia de la promotoría de bienes raíces Happy Home/Hogar feliz, aunque Bacalar no sea precisamente un hogar cuando cada día llegan más extranjeros a poseer la tierra. Otro elemento que pudimos notar, es el trato tan cortés que le ofrecieron a mi compañera, creyéndola turista, lo cual demuestra que hay cierta cimpatía/engaño hacia la atracción de personas extranjeras. Recabando información en internet sobre las actividades de estos chicos, pudimos darnos cuenta de la forma en que ofertan la muestra latinoamericana de comida en su sitio web, poniendo un énfasis mayor en las repercusiones y propuestas que el equipo de trabajo de la muestra realiza, curioso que promuevan "la mixtura" en la comida.



Acontinuación dejo un enlace a la página de la muestra latinoamericana de comida 2011:

www.lafs.com

Bacalar, Xcalac y Dangriga: Paisajes encontrados

Dangriga como el pueblo en (de)construcción






Bacalar, pueblo mágico: aparece y desaparece con el huracán, al igual que sus recursos





Consideraciones finales:



Durante el viaje de estudio realizado en 10 días por la costa de Quintana Roo y Belize, ambas del Caribe continental, nos introdujimos a éstas poblaciones para (re)conocer los acontecimientos que están sucediendo y que originan que éstas ciudades sean tan conflictivas y a la vez tan interesantes. De éste modo pudimos darnos cuenta de una serie de factores que irrumpen como catalizadores dentro del desarrollo de éstos pueblos costeros, siempre en constante lucha por la sobrevivencia/subsistencia en el marco de proyectos que prometen bonanza, pero que al igual los huracanes, sólo son "fenómenos" climatológicos, nótese climatológico en lo social porque de alguna manera u otra éstos proyecto impactan en el "clima" de dichas poblaciones, ocasionando desconcierto, desasosiego e insatisfacción en los habitantes, y que podría atreverme a decir que ha culminado en diferentes tipos de violencia; llámese suicidio, asalto, drogadicción o la inconciencia de la gente que habita en estos paisajes caribeños.



Por tal motivo, creo pertinente mencionar que, Bacalar, Xcalac y Dangriga, presentan similitudes en cuanto al problema de la inestabilidad económica, aúnque en algunos casos se cuenten con recursos de inversión federal como es el caso de Xcalak y Bacalar, o por el contrario paresca una población olvidada que lucha por defender la subsistencia mediante la comercialización de todo aquello que la gente desea, aun cuando la autoridad intente mostrar lo "pacífico" del lugar con incongruencias, tal como lo es Dangriga en Belize. Sin embargo, también creo que es importante aclarar que éstos tres poblados presentan elementos disímiles que me permiten visualizar en diferentes el impacto de la violencia éstos tres lugares, puesto que Bacalar parece no tener rasgos de inseguridad ocasionados por la delincuencia, por el contrario se encuentra de la inseguridad del futuro, de lo que sucederá con la tenencia de la tierra cuando el turismo, presente en las tres comunidades, devore a la población. Xcalak, presenta un tipo de violencia que decanta en la alta taza de suicidios, debido al endeudamiento de los pescadores por la obtención de lanchas ya sea por motivos de pesca o para ofrecerlas al turismo; siendo los niños los principales afectados ya que a pesar de ser niños ellos tiene conocimiento de un futuro con dos únicas alternativas ser pescador, o trabajar para el turismo, sin poder accesar con facilidad a un sistema de educación que les provea las armas necesarias en un mundo cada vez más globalizado y por ende más exigente. La ciudad más violenta que visitamos fue Dangriga, me atrevo hacer éste comentario, ya que el paisaje en ésta ciudad se torna desolador para el transeunte, las casas se ven lastimadas, la gente en las calles posee un rostro de desesperación; lo cual, a mi juicio, deja entrever el constante acecho de los pobladores.


Bacalar, Xcalac y Dangriga podrían dar al visitante de éste blog, una reducidad vista panorámica de lo que está sucediendo en éstas cuminidades con fronteras de tipo ideológico, que los ha limitado en su desarrollo, al igual que la geografía juega un papel importante al situarlos con cercanía al mar, ya que las aguas conducen a los habitantes a los altos y bajos de las mareas, más bajos que altos evidentemente, originando una nueva geografía de la incertindumbre; es decir nadie sabe que sucederá años en unos años con estas poblaciones, podrían quizá resurgir de la arena, o por el contrario undirse con el mar del turismo.


jueves, 5 de mayo de 2011

MAJAHUAL



“This classic fishing village is one of the last frontiers of the Mexican Caribbean. If you had visited Cancun 35 years ago or Playa del Carmen 20 years ago, you would have seen something like what Mahahual looks like today. If you are the type of person that enjoys a laid-back fishing village with sandy streets, solar powered and wind generated electricity, great diving, tranquil beaches, and no specific dress code, then Mahahual is for you! But it is growing quickly because it has been discovered, so if you want the experience, be sure to visit sooner rather than later. These days you will find small eco-friendly hotels, dive shops, cafes, quaint restaurants, and mom and pop handcraft industries. The fishermen of the past are now dive boat captains who know the area like the back of their hands. And if sitting by the beach in a hammock gets tiresome, there are of course other things to do in the Mahahual area!” -Yucatan Today

Majahual used to be a sleepy fishing village, similar to what Xcalac looked like. Now, Majahual receives, during high season, about 15,000 tourists a week (6,000 to 8,000 during low season). The 5 days before and after Christmas will see up to 30,000! And despite Majahual’s little to no infrastructure, the federal government is developing (as an important stakeholder) full service accommodation to be sold to non-residents as holiday homes. A new six-vessel cruise ship port and proposed international airport are in development and the population is estimated to grow from less than 1000 to 100,000 in the next 15 to 20 years. The resorts are comprised of individual units, all completely wired with electricity, internet, and other services and currently employs 16% of households in Majahual. As one might assume, most tourism operations are owned and operated by people outside of the community. The amenities available, such as doctors, electricity, etc. are reserved for the high paying tourists, and kids are opting out of school in order to snag jobs in the tourism industry, whether in resorts or helping out in their parent’s establishments. After seeing the drastic way mass tourism has negatively affected Cancun, Playa del Carmen, and now Progresso too, it is a wonder that the government continues to carry on, full strength, their development and expansion plans in Majahual without reassessing or making changes to the Cancun model being used.


Tourism websites advise that if traveler’s want a more laid back visit to Majahual to avoid days when cruises are there. “When the cruise ships are not in Mahahual, you can sit quietly at the beach side bars and enjoy a quite (their typo, not mine) drink.” Our visit to Majahual was sans cruise ship, but tranquil and quiet are probably the last words I’d use to describe the place. Vendors pushed their wares not only on the street but at your blanket and your table on the beach, shouting their prices over the loud mariachi music blasting nearby. A few conversations with vendors revealed that the month, the peak of the high season, was proving to be awful for business and all around slow. They bemoaned the loss of profits and disappointment in the season.


However, I wonder if this want for increase and continuation of tourism in Mahahual is shared by everyone. I had a very interesting conversation with a woman who owned what Yucatan Today described as a mom and pop store, but would I would describe as a stand selling the same kitschy touristy relics that can be found anywhere in Mexico. The “store” was simply the first 2 or so rooms of her house that opened up to the street. I asked if I could try on a dress and was shown to the probadores: her daughters’ room (barely a room, more like a closet. The room lacked a mirror, and when I asked for one, I was taken into the family’s bathroom, with a mirror cabinet above the sink. The entire family worked in the store and lived out of it too- the woman’s two young daughter’s braided hair while the older daughter acted as a streetside caller to grab tourist’ attention. However on this particular day, with no business, her daughters sat on the floor playingwith Barbie-like dolls. She told me her sons, who usually help out in the store as well, were off watching the football game with some buddies, as she didn’t need their help without customers and seeing as how it was their Easter vacation anyway, it would be good for them to get out of the store and have a little fun. She also spoke of the poor business brought on by the unusually slow season, but, wanting to make a sale, kept turning the conversation back to what could be a potential purchase. When I walked in, the dress I had spied was a whopping 500 pesos. By the time I left, she was offering to sell it for 220. She insisted her prices were the absolute lowest in Majahual and that everything was handmade “here in Mexico.” Recognizing the same items from Merida, from Cancun, from Progresso, from Bacalar, I asked her where in Mexico they were “hand-made.” “Aqui, aqui en Mexico,” she stubbornly repeated, avoiding the question. I realized that I had lost control of the conversation; that her attention was fully on the dress and whether or not I’d buy it.I didn’t. But, walking out, I had plenty to reflect upon. The girls playing on the floor, the boys at the football game- I was reminded of a conversation I had with a little girl in Xcalac who said that when she grew up, she dreamed of working in the Villa Cocos, the local resort. There is more money in tourism than in any other profession. Even the kids who are dreaming of being doctors know that they will make the most money as doctors for the tourists, providing boob jobs and facelifts for a fraction of the cost in the West. The major money to be made goes to the government and foreign investors and stockholders- the locals get what “trickles down” in the form of tips and resort jobs, and yet this trickle is still enough to make it more lucrative than university. If I were a child in Majahual, I would be secretly delighted when a season was slow, it’d mean I’d get to be a kid for once, to play Barbies and watch football with my siblings. But, I of course am looking at it through the lens of my own North American childhood; perhaps these kids are more than happy to work in the store when not in school, to braid the tourists hair and shout their deals on the street. This could be just a part of growing up here. However, I was reminded of the situation in Cuba, where taxi drivers have doctorates in medicine or philosophy, but drive tourists around because it’s a better living.


What does the future hold for Majahual? Development, obviously. But there are a number of websites that call for more of an eco-tourism approach in Majahual (to ensure the preservation of the barrier reefs of course; very little is said about preserving local culture and the socio-economic effects of tourism). However, nature friendly eco-tourism is the same monster with a different face. The locals would still be locked out of the profit by foreign investors, and the socio-economic results are more or less the same. The difference is mainly in the type of tourist coming. Instead of the middle class, middle aged Playa del Carmen type tourist or the young spring breakers of Cancun, the tourists are hippie, eco friendly, green types. They feel cultured precisely for not buying into mass tourism, into the Cancun model, yet they are in fact doing just that. It only goes by a different name: Eco-tourism.

The appropriate google image search result for "eco-tourism". From A Belizean website too!


Instead of a fancy resort, you stay in a well kept “natural” palapa with running hot water and electricity (solar powered!), surrounded by the “natural” protected wilderness. It’s a different Caribbean fantasy for sale, the fantasy of NOT being the consumptive tourist, while in fact one is still consuming and affecting the local population just as much, just in a different way. In fact, despite being “new and hip”, eco-tourism actually reminds me much more of the early original models and ways in which tourists consumed the Caribbean: A la the 18th and 19th century. Tourists flocked to the Caribbean from rainy England and Europe and wrote home about the vibrant and lush jungles and Eden-like landscapes and the wonderful effects of pure nature on their health, mind, and bodies. And while many propose eco-tourism in Mexican cities like Majahual (it’s already catching on in Bacalar and Xcalac), it can be better seen in action in Belize, in places like Hopkins and Placencia.


PLACENCIA


Placencia is a world of its own. On the southernmost tip of the Placencia peninsula, it has been a tourist destination for decades. With its charms, abundance of local and cultural shops, and easy access by air, land, and sea, it continues to grow in size, population, and popularity. It’s a popular vacation destination for Belizeans, Mexicans, Guatemalans, Hondurans, and North Americans (particularly Texans). Europeans do come too, but mostly in pre-organized groups. For example, a shop owner told me that “last month, we had a bunch of French people here, and next month I hear there’ll be a tour group of Italians.”


The inhabitants forcefully oppose every attempt to bring cruise tourism to Placencia, “We see what happened in Belize City, in places like Cancun, and we don’t want that here,” said Lisa, a Belizean shop owner in Placencia. “In other ports, I know they gather up a collection of local souvenirs and artesania to sell at ship, so that the tourists don’t even have to venture out into local establishments. They come, do some excursion that they already signed up for before they even left the port of call, and then they’re gone, leaving all their trash on the beach for us to pick up. The local people don’t see any of the money.” In a formal meeting, the town stated other concerns against tourism, such as the carrying capacity of the local ecosystems and resources. “Efforts are underway to improve the management and control of cruise tourism in Belize City. However, unless both the Government of Belize and the private sector can demonstrate improved management effectiveness, it remains highly problematic and risky to expand cruise tourism to the south,” read the report.


It’s also known that mass tourism and cruise tourism also brings a hike in drug crime. A friend of mine who went to Belize City said that the same vendors who sell kitschy tourist stuff also offered him coke and weed after dark. Lisa also mentioned that while weed is common, the government comes down hard on the tourists that get caught with it. She said that a man from a cruise ship was caught with a few ounces and got slapped with a $500 US fine. Our talk with King in Hopkins at the Bread and Butter Island revealed that the authorities are just as hard on the local populations as well as the tourists. The difference between the two? The white tourist caught in Belize City was hassled, but paid the $500 fine and was back on his cruise ship in time to leave. The local man couldn’t afford the fines, and did jail time instead. For the tourist, it’s like a speeding ticket. For the local man, it’s a jail sentence.


But, as I mentioned, Placencia has avoided the cruise ships, and will continue to oppose them. However, that doesn’t mean there isn’t major development; the peninsula boasts boatloads of properties and new shops are opening all the time. The peninsula itself is very interesting; there are 3 major settlements on the peninsula: Maya Beach, Seine Bight, and Placencia itself. Maya Beach is a highly developed area inhabited by ex-Pats from the States and Canada. Placencia has a mixed population; the people are mostly Creole and descendents of the original fisherman who founded the town, though there are a few ex-Pats in Placencia as well. Seine Bight, squeezed between the two, is extremely underdeveloped in comparison and is home to the Garifuna community, with a population almost equal to that of Placencia and Maya Beach combined. Real estate on the Placencia peninsula is booming, with over 3 realty offices in Plancencia alone, and more listings to be found online and in Maya Beach. However, interestingly enough, the realtors and land developers avoid Seine Bight like the plague (so to speak)- located almost smack dab in the middle of the peninsula, all the land for sale is to either the north (in Maya Beach) or the south (near Placencia). As a peninsula, there are beach front views and properties to be had in Seine Bight, and such apartments or houses can be rented for about $200 Belizean a month, while a single room in Placencia costs around 600 or 700 Belizean. So why is Seine Bight ignored by developers, realtors, and travelers alike? Lisa, a white 40 something year old Belizean bakery owner in Placencia says it’s because of the crime. “I think when the peninsula was originally developed, the fisherman lived and worked on Placencia, and Seine Bight was like the servant’s quarters where the hired helped lived,” she related. “Now, the crime there is awful- and I’m not saying it’s because they are Black or anything- it’s because they are poor.” Her Creole boyfriend agreed. Lisa continued, “I am from Belize City where the crime is nuts. I remember where I grew up- once it was a neighborhood. Now? You can’t even go near it. About 10 years ago, the US rounded up a bunch of Belizean thugs in L.A. and deported them back to Belize City. So we get three plane loads of Crips and Bloods and thugs who just set up the same shop in Belize and introduced these gangs here. And with the tourism and cruise ships, well there’s money and a little empire to control now. That’s why I brought my kids here to Placencia; you can grow up on the street and it’s safe.” (I myself was curious what she would have had the US do. They don’t want the thugs in their hair either; the real issue is gang life and its attraction in the first place, which is its own can of worms).

You can make out Seine Bight in the middle of the Peninsula, with property for sale up north, and "YOU ARE HERE" marking the realty office in Placencia.


I thought it interesting that Lisa’s Creole boyfriend agreed that the crime rate isn’t high because of their color, but their poverty. The Creoles and Garifuna are both black, but come from different pasts. There are major tensions and animosities between the two on both ends of the spectrum; the Creoles see the Garifuna as poor, lax in their work ethic, and as an invading threat to their own culture and livelihood, whereas the Garifuna see the Creoles as sell outs (as the Creoles descended from slaves, while the Garifuna people “avoided” slavery, often choosing death over physical bondage). These relations are better seen in my interviews at Hopkins.

HOPKINS



View from the street in Hopkins


In Hopkins, one of six major Garifuna settlements in Belize, I spoke with the bartender at Chef Rob’s Restaurant. He asked how I was liking Belize, and what sort of things I was doing. I told him I was studying culture in Belize, and thus doing things like eating Hudut, listening to drum circles, and that I would be going to the Garifuna heritage museum and Pen Cayetano Art Gallery. He shrugged and said, “Oh, well that’s nice, but that’s Garifuna culture, that’s not MY culture, that’s not Creole culture.” He mentioned that sometimes, tourists assume that if someone is Black in Belize, they are probably descended from the Garifuna. “The Garifuna people and the Creole people are very different and have different cultures.” As I mentioned before, the tensions run deep. The Garifuna came to Belize from Honduras, and originally from St. Vincent, never really assimilated into their neighboring cultures, and still remain in close knit communities of their own. Now the country nationally recognizes Garifuna Heritage Month, and Garifuna Settlement Day is a national bank holiday observed in November. The Institute for Social & Cultural Research in Belize lists on its website the “various cultural and social groups that are actively involved in promoting and preserving Belize’s diverse cultures” as the National Garifuna Council, with headquarters in Dangriga, and the National Kriol Council, with headquarters in Belize City (There is also the Maya Leader Alliance with its headquarters in Punta Gorda, and the East Indian Council of Belize, with no address or phone number listed). Interestingly, the list seems to be ordered in degree of prominence; the first group giving contact person information, address of headquarters, website, and email information. The Maya Leader Alliance has no contact information listed and no website. The East Indian Council of Belize lists only “Gabriel Pate, President” and an email address as its info. The first group on the list, with the most information available? The National Garifuna Council. I am inclined to wonder if Creole sentiments towards Garifuna people mirror some US sentiments towards Mexican workers: the feeling that they are poor and bring violence with them to communities (think Arizona and Seine Bight) and that they are “taking over” (The popular American sentiment: “Why can’t they just learn English!?”). This is of course is just a reflection, and I don’t have an answer.


But Creole-Garifuna relations are not the only relations at play in Belize. An interview with Frederico, a Guatemalan vendor in Hopkins, yielded very interesting results. The interview was conducted in Spanish, and I think that changed the dimension of the interview in the sense that as fellow Spanish speakers in Belize, we had more “in common” with Frederico than with the Belizeans, and I wonder if Frederico would have said the same things in an English conducted interview. What sticks out in my mind the most is Frederico’s comment that “Los Negos no trabajan.” He talked of how lazy the local people are, and how as a Guatemalan, he was disgusted with their work ethic, suggesting that they let foreigners, like Chef Rob and Ingrid (and in actuality, Frederico too), come in and make all the money by offering tourist services. “They could work, but they don’t, they just sit on the beach all day,” was the sentiment Frederico conveyed. However I think this a result of stark differences in cultural values of importance; the Hispanic Guatemalan sees “los Negros” as lazy, whereas the Garifuna man sees himself as free, as not bound by mundane work. I noted that the Guatemalan said “los Negros” and not the Garifuna specifically, of whom he had been referring. I wonder if this kind of lumping together of “Blacks” further causes tensions with Creoles towards the Garifuna, as many of the Creoles I met worked in resorts and restaurants in Hopkins, and as store and bar owners in Placencia, and would have taken offense to being told that they are lazy and don’t work. They see themselves as middle and upper class, and the Garifuna as a poorer people.


Despite Frederico’s comments being racist and generalized, an interesting observation concerning the lifestyle of Garifuna men lies inherent. The gender roles are very structured and separated in Garifuna communities; the women make the cassava bread (a long arduous task that requires multiple steps), cook family meals, farm in some instances, raise children (with the help of older children, mostly girls, as well), and teach children the Garifuna language (although language skills have been declining among the youth as of late- the youth seem to find it impractical). The men? Well, I noticed a lot of men hanging around on the beach, and near the Chinese supermarkets, loitering. A lot of men fish as well, but, based on observation alone, it seemed there was a wealth of downtime in a Garifuna man’s day in Hopkins.


Garifuna Men, hanging out, jamming at the local bar.


King, who despite having done amazing and what I assume to be exhausting work building the Bread and Butter Caye, drank and napped the entire day we were there, and talked of his day before, spent drinking with his brother, and the day after, in which they did a little fishing, and drank more. He warned us of “José Molina,” who, while you’re out and away, creeps around your household, working his way into your home and your woman’s heart, and next thing you know, “You’re OUT!” and José Molina is in. Obviously I did not point out that if the man wasn’t away, leaving his woman at home to shoulder all the household work on her own, feeling unappreciated, José Molina wouldn’t stand a chance.


There are inherent gender roles in the José Molina story: wives at home, men out and about, doing whatever, including wandering into the homes of other men who are out. What happens when these lines are crossed? I had an interesting conversation with a Lesbian in Hopkins. She was Garifuna and from Hopkins originally, but had moved to Belize City, where she was quite successful. She even had her own vacation house in Hopkins, where she stayed and invited siblings and cousins from Hopkins and all over (and tourists apparently as well, as she invited me to stop by any time I liked) to kick back for weekends and catch up. Interestingly, she related to me that she, at 32, wanted to have baby. She had been feeling out the local men that she found attractive, hinting that she wanted a baby but wasn’t looking for a father for it, and that the men in Hopkins had not been at ease with this (I imagine it hurts the alpha male mentality). She still hadn’t found any “takers” when I had met her, and confided that Garifuna men were not accepting of homosexuals, and that as a woman, it was easier for her than say a homosexual man, but that she still had to be guarded with how far she crossed over gender lines. “I’m a rooster,” she told me. “They’re roosters, and I’m a rooster, and they don’t like it. They want me to be a hen.”


Reflecting upon José Molina, gender roles, and survival, I was reminded of a theory in biology based on the work of one the world’s greatest evolutionary biologists, Professor John Maynard Smith. His theory, widely referred to (I kid you not, please forgive me for the profanity) as the “Sneaky F*cker Theory.” John Maynard Smith studied mountain goat populations and noticed that while there were huge populations of alpha males, there were equally as large populations of runts, and very low population of beta males (average joes, so to speak). He wondered how, as runts, the small goats continued to procreate and preserve their numbers. After studying the communities and social habits, Maynard Smith noticed that, needing to prove and maintain their positions as alpha males, the alpha goats would challenge the beta males and each other. While the alphas and betas are off crossing antlers, the runts are the only men daily in the goat community, having sex with the bored females, passing their genes on. The conclusion of Maynard Smith’s studies: evolution does not inevitably favor organisms that act aggressively (there goes survival of the fittest) and that the success of an individual’s behavior often depends on what other individuals do. José Molina exists in every culture, even in goats, but I wonder if he can be applied as metaphor not only for man, but for entire cultures as well. While the US spreads itself out amongst too many wars, the Chinese are slowly “taking over the world,” growing in number with higher levels of education and resources. Unlike European and US colonialism, there is no attempt to convert natives to the obviously better and more advanced culture/religion/technology/belief systems of the colonizer in Chinese colonies, and the colony is used for its resources, not as a mini cosmos for molding and “bettering.” While the alpha males are out proving themselves to themselves and the other alphas, the Sneaky F*ckers take over your women, your house, the world.

I think José Molina, and in turn, the Sneaky F*ckers, is a good note to end this reflection on a Caribbean culture. The Caribbean is probably one of the best examples of survival, of letting alphas duke it out. It’s survival of the most resourceful, not of the most aggressive, of the literal fittest. Here’s to our trip on the “José Molina Xpress,” I think we learned a good deal about human nature, culture, gender, tensions, the Caribbean, and survival. Cheers, and have a good summer!