viernes, 11 de marzo de 2011

Progreso: tierra y consumo


El propósito económico con el que el puerto fue fundado en cuanto a distancia con la capital del Estado de Yucatán y otros puertos, se puede apreciar tanto por las viejas rieles que aun sobreviven al paso de la modernidad y las cuales hablan de la exportación del llamado “oro verde”. Hoy día, en pleno siglo XXI, las actividades económicas principales del Puerto de Progreso, han dejado atrás la exportación de henequén, para fijarse en la pesca, el turismo y la presencia permanente de Pemex debido a los gasoductos cuyo destino es Mérida.

El turismo y la pesca son actividades temporales, pues la primera depende de las épocas vacacionales y los arribos de cruceros dos veces por semana, mientras que la segunda depende de las temporadas de veda, frentes fríos y huracanes. Por esta razón los pescadores deben buscar trabajos temporales, ya sea en Mérida o en la localidad a través de los trabajos ofertados por el Ayuntamiento de Progreso, que en su mayoría son al servicio de la comunidad como la limpieza de las playas. Durante la temporada de veda del mero (del 15 de febrero al 15 de marzo) los pescadores a través de un programa de apoyo a brindado por el Gobierno del Estado de Yucatán, reciben un apoyo económico de 300 pesos por 4 semanas y despensas del DIF. Solamente en Progreso se tienen registrados unos 2300 pescadores, aproximadamente. La veda de mero no sólo tiene un impacto económico sino también social a nivel familiar, pues los pescadores salen a altamar por un mes, dejando en tierra a sus mujeres e hijos.

Por las noches, entre autos lujos que se escabullen rápidamente por las calles del centro, también lo hacen trabajadores con uniformes de Pemex que en motos se dispersan por el puerto. Su presencia revela el conflicto entre pescadores y Petróleos Mexicanos, puesto que como consecuencia de la industria petrolera, las especies marinas se alejan de las costas. A una escala mayor, las políticas económicas de la Nación se sobreponen a las necesidades locales de los pescadores, puesto que en pro de un beneficio nacional cuyas divisas son centralizadas, la economía local se ve afectada y no recibe un beneficio directo, es decir, Pemex no representa un aumento de empleos en la localidad, pues por las características del trabajo se necesita contratar a personas con un nivel de preparación especializada. El personal de Pemex en Progreso, en su mayoría esta conformado por gente del interior de la Republica, como Michoacán, Tabasco, Veracruz, entre otros. Los trabajadores viven en el puerto todo el año y trabajan en tres turnos diferentes, este tipo de empleo requiere que compren casa en el Puerto, pues cuentan con prestaciones de las que carecen las clases marginadas, por ejemplo quienes viven a orillas del mangle.

Otro de los rubros con los que se comercia en el Puerto es la propia tierra, mientras más cercana al Playón las propiedades aumentan su valor y se trata de casas de verano que sólo se aprovechan en temporadas vacacionales, siendo Semana Santa en el mes de abril la más prolongada, estas casas en su mayoría son propiedad de familias meridanas. Sin embargo, la falta de propiedad, la escases de empleo durante las temporadas bajas, y la marginalidad, ha hecho del robo a este tipo de casas algo común, el saqueo consiste por lo general en el robo de las instalaciones eléctricas y tuberías para obtener cobre.

Empresas Extranjeras, como los bancos, aunado a las políticas del Gobierno del Estado de Yucatán, que en su actual administración busca impulsar el turismo en la zona, también ven la tierra como un atractivo a ofertar, este es el caso de CMH, banco dirigido a ciudadanos de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. El banco ofrece fideicomisos que en su mayoría contratan jubilados, los cuales pueden obtener viviendas o terrenos que se cotizan en dólares.

Existen aproximadamente 300 Canadienses que regularmente regresan año con año a vivir en el puerto seis meses para escapar del invierno de Canadá. Ellos también han sufrido robos a sus viviendas, como lo denuncia el Diario de Yucatán en su nota del 16 de febrero del presente año en su sección Local. Lo que pone en evidencia la desigualdad en propiedad de tierra, gracias a los imaginarios que la industria del turismo construye usándola como mercancía de cambio.

Las políticas en pro del turismo que impulsa el gobierno, transforman el espacio convirtiendo la zona del malecón en un paradero económico destinado principalmente a los extranjeros que llegan en los cruceros. La importancia del turismo en la economía estatal se ve reflejado en las inversiones del gobierno para realizar las obras del malecón que lo asemejan mucho a lo observado por el grupo del año pasado en Majahual. Sin embargo, la apuesta al turismo como reactivador de la economia local viene de años atras con la fundación del Puente de Altura.

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