lunes, 24 de enero de 2011

La península de Yucatán: ¿Un caribe continental?, la casuistica de Campeche.

"Y ahi estará. Como dijo alguien, esa triste, infeliz
y larga isla estará ahi después del último indio y

después del último español y después del último
africano y después del último americano [...]
sobreviviendo a todos los naufragios y eternamente
bañada por la corriente del golfo: bella y verde

imperecedera, eterna"

Guillermo Cabrera Infante


Por Josué David Ku Gallegos FCA/UADY.


La ciudad de San Francisco de Campeche muestra a través de su historia las influencias que recibió del Caribe, especialmente el Caribe Hispano. Rociada por las aguas del golfo de México, el suelo campechano forma parte (geológicamente) de la Península de Yucatán, aunque por mucho tiempo fue territorio Yucatenense hasta su consolidación como un estado más de la República Mexicana. Ahora bien, la geografía del Caribe se ha mostrado fluctuante a lo largo del desarrollo de la historia, por lo cual existen muchos debates acerca de la pertenencia o no de la Península de Yucatán en el Caribe. Sin embargo; expertos sobre el tema hablan de fronteras "imaginarias", que se mueven con el fluir de la diáspora, así como también de las relaciones culturales y económicas, otorgándole al espacio Caribe una movilidad que pareciera nunca acabar (Hillaman, D´Agostino, 2003: 34-37). Del mismo modo, existen zonas "periféricas" en dicho espacio.
Considerando lo anterior, me atrevería a decir que la ciudad de Campeche formó parte del espacio Caribe, lo cual ha sido evidenciado por su historia, así como también con la conformación actual de su cultura. Las investigaciones arqueológicas, sitúan a la región como un núcleo poblacional Maya, que a su vez se encontraba dividido en cuatros grandes cacicazgos, los cuales enumero a continuación:

• Potonchan
• Kin Pech
• Ha Canul
• Ce Pech

La instauracion de las ciudades-estado, es fruto de una serie de migraciones que se dieron durante el siglo IIV A.C por grupos de indígenas Mayas provenientes del Petén en Guatemala. Con el descubrimiento de América, en las Antillas se establecieron colonias, en las cuales se encontraba Cuba, isla que estableció contacto con la Península primeramente por los conquistadores que deseaban encontrar riquezas, con el pretexto de encontrar tierras en nombre del Rey de España. En un principio arribó Francisco Hernández de Córdoba, continuando con Juan de Grijalva y Antón de Alaminos, quienes creyeron que se encontraban parados en un isla, precisamente por haber llegado a la laguna de Términos, en el territorio del estado de Campeche. Por último, Hernán Cortés pisó el suelo continental en Cozumel y en Campeche, junto a él iba un hombre que sería uno de los mayores esclavistas de la historia Francisco de Montejo. De ésta manera Montejo durante su viaje a España pidió las licencias necesarias para conquistar la Península, lo cual permitía que sus hijos continuasen con su empresa. La idea de "gobernar es poblar", no se hizo esperar y el 4 de Octubre de 1540 se fundó la ciudad de San francisco de Campeche, sobre las ruinas del legado histórico y culturas de lo que una vez fue una gran civilización.
Desde el momento de su fundación, la ciudad de Campeche fungió como sitio estratégico para el comercio de las diversas mercancías que circulaban por el mar de las Antillas, estableciendo lazos económicos y sociales con Cuba, parentesco que se conservaría a lo largo del desarrollo de la colonia, y aun después de la independencia hasta principios del siglo XX, debido a que la posición geográfica originó que las clases privilegiadas prefirieran viajar a la isla antes mencionada, o en su defecto a Nueva Orleans o a Europa. La piratería no se hizo esperar y la ciudad tuvo que ser amurallada durante la segunda mitad del siglo XVIII, aunque las fortificaciones no siempre sirvieron como defensa, sino a mi parecer, para crear el sentido de insularidad que se originó desde el descubrimiento de las tierras Yucatecas y que continuó hasta la construcción del ferrocarril que conectó a la Península con el resto de la Federación Mexicana. La insularidad no sólo representa el constante "maldita circunstancia por todas partes" en palabras de Virgilio Piñera, sino también por la condición de asumirse como un pueblo frente al mar que se encuentra alejado del cosmos, dicho de otro modo es una forma de encarar la realidad (Mateo Palmer, Álvarez Álvarez, 1994: 81-83). Inclusive en la actualidad persiste el imaginario de aislamiento hacia los campechanos al considerar que lo "hacen todo al revés".
El continuó fluir de la piratería en la zona costera de San francisco de Campeche, permitió el flujo de esclavos mayas hacia las islas del Caribe, así como también de una mínima parte de esclavos negros de origen africano hacia la Península (Negro, Fernández, 1995: 23-35). Con la llegada de la independencia persistieron las haciendas henequenales hasta principios del siglo XX con la insurrección revolucionaria, mismas que de alguna manera presentan su homólogo con la plantación en las islas antillanas. El régimen impuesto por los hacendados/esclavistas, originó una serie de influencias provenientes del Caribe, dos de ellas son; la vestimenta, y el baile típico la jarana.
Sobre el traje típico se tiene noticia en la Relación de las cosas de Yucatán de Fray Diego De Landa. Sin embargo, la ropa sufrió cierta influencia del mar de las Antillas, del mismo modo que de España. Por otro lado se encuentra la música, cuyos orígenes presentan un modelo diaspórico, puesto que el ritmo de los aires andaluces se fundió con los tambores africanos, llegando a la Península en donde se mezclo con el sonido del tuncul maya. "En el Caribe antes del lenguaje fue el ritmo" dice Ángel Quintero Rivera en su libro titulado Salsa, sabor y control. Lo anterior, a mi juicio, y de acuerdo con éste autor, permitió a los indígenas/esclavos tener un espacio de diversión que muchas veces sirvió como forma de subversión, como lo ejemplifica la jarana titulada "El chinito Koykoy", melodía a tres cuartos de compas, que fusionó lo aires andaluces, la contradanza cubana, los tuncules mayas, y la forma de bailar del fandango. De ésta forma los indígenas/esclavos, tuvieron fama de haraganes, lo cual "legalizó" el régimen de "instrucción" que recibían los indígenas, cuya realidad al igual que en el Caribe, se encontró muy distante, debido a que sólo dejaba ver "realidades encubiertas y distorsionadas" en palabras de Beatriz Pastor (1983: 34-37).
La erección de Campeche como estado se dio hasta la intervención de un ciudadano ilustre: Don Pablo García, vale la pena decir que debido a pirataje la sociedad colonial de Campeche se distinguió por ser liberal, aunque eso no significase antiesclavista. Durante la segunda mitad del siglo XIX, se reconoció la separación de Campeche de Yucatán, situación que se debió a cuestiones políticas que se habían originado con la guerra de castas y con la separación de Yucatán con el resto de México. Al igual que en el Caribe, los Estados Unidos también introdujeron las manos en las relaciones políticas de la Península de Yucatán, ya que a lo largo de las separaciones de Yucatán de la República Mexicana, los intelectuales yucatecos pensaron en la anexión a los Estados Unidos, hecho que jamás se suscitó, y que se evidencia en el envío de mercenarios norteamericanos a tierras emeritenses y campechanas como parte de la "ayuda" durante las diversas separaciones.
Por último. En la actualidad los sentimientos de insularidad persisten en la ciudad de Campeche, pues bien lo demuestra su situación pesquera, e ideológica como una sociedad aislada, que ha quedado en el imaginario mexicano, como pobladores que "hacen todo al revés". Cabe la pena mencionar, que en contraparte con el imaginario popular que se tiene de la región, se encuentra el discurso oficial, que sitúa a la ciudad como "el Caribe mexicano"; utilizando los estereotipos de la piratería, de la ciudad amurallada, y del mestizaje. Lo anterior me hace pensar que la anexión de Campeche en el Caribe quedó "suspendida" en la historia de la ciudad; persistiendo en la actualidad las raíces de las influencias "periféricas" sobre el espacio Caribe, que se encuentra en continuo movimiento.

Referencias:
Hillaman, Richard S. D´Agostino, Thomas. Comp. 2003. Understanding the contemporary Caribbean. Kingston, Jamaica: Randle.
Mateo Palmer, Margarita. Álvarez Álvarez, Luis. 2004. El Caribe en su discurso literario. México: Siglo XXI editores/Universidad Autónoma de Quintana Roo.
Negro Sierra, Genny. Fernández Repetto, Francisco. 1995. Una población pérdida en la memoria: los negros de Yucatán. Mérida, Yucatán: UADY.
Pastor, Beatriz. 1983. El discurso narrativo de la conquista de América. La Habana, cubana: Casa de las Américas.

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