domingo, 30 de enero de 2011
martes, 25 de enero de 2011
Espejos
De repente comienza la imagen de postal, la muralla con su Puerta al Mar, los restos del Bastion de San Cristobal seguido por una fuente de diseno asimetrico que pretende seguir el oleaje de un golfo que a su vez, no puede competir con el azul imposible de la fuente. Los colores pasteles me asaltan la vista, recordandome con demasiada insistencia el poder de ciertos hombres que en otro punto del Caribe tambien bregaron para que su historia tambien pudiera ser digerida en afiches destinados a paises frios. Nos bajamos, a explorar(?), el mapa que brinda el hotel apunta insistentemente a lugares apropiados para comer, al ignorarlo llegamos al mercado. Alli se encuentra todo lo que los que bregaron con el punto de donde yo vengo en el Caribe no pudieron salvaguardar; munecas, satenes cilantro, tortillas, especies, pescado, pollos, carne y segun alguien me dijo, pieles de gato coexistiendo, salvando su espacio a 7 cuadras del Applebees. Solo que aqui puedo comer lo que regala el mar.
Entre una cosa y otra nos dirigimos al tope de la ciudad, desde el punto mas alto se percibe la fuerza del viento zurcando los vaivenes del mar. Garitas en cada punto cardinal, con centinelas que debian salvaguardar este punto de intercambio de lo que llegaba a de Cartagena, lo que se iba de La Habana, a San Juan o lo que se perdia en la glotoneria Europea.
Al hablar con el encargado de la oficina de turismo, el muchacho se mostro muy entusiasmado de compartir su vision de la historia de la ciudad; sus barrios, las rupturas sociales y la historia de una familia que atraveso con su tranvia los baluartes y murallas que protegian a los conquistadores que sucedieron a Guerrero. Aunque de manera menos ingenioso que el ataud de Lorencillo, se transgrede la estructura de piedra.
La UNESCO llego a salvar del olvido y el castigo de la indiferencia criolla a la que sometieron la arquitectura iberico-morisca que engalana la ciudad y que los turistas atacan hoy con sus camaras. Busque la oficina de la persona que se encarga de hacer constar que se cumplan con los criterios del iv al vi que se desglosan en la pagina web de la institucion, pero no lo encontre. Sin embargo su precencia esta en todas partes y en cada angulo que apunto mi camara lo puedo constatar. Me dan un brochure de ofertas, me ofrecen a precios tentadores la 'Ciudad Blanca' que estoy intentando habitar, a Campeche 'Ciudad colonial' y a Cancun con su "Jungle Tour" que me permitira admirar la famosa laguna de Nichupte donde podre admirar (verbo insistente en esta literatura) peces, mantarrayas y morenas. Me asuste, vamos para Uxmal.
Campeche: l'economie et tourisme
Bonjour et Bienvenue au blog de les études culturelles des Antilles de SUNY Buffalo ! J’ai décidé que j’écrirais mon premier blog post en français (les autres, il n’y a pas promesses !). Je regrette en avance pour mon français, ce n’est pas parfait, mais, en un blog d’études de Antilles, Je pense que une voix française est nécessaire (et bien que je ne suis pas française, J’ai étudié l’histoire, la langue, et l’art français, et donc je pense que cela devrait suffire). La classe de 2012 est retournée de Campeche, une ville avec une histoire visible et intéressante. Les Maya, Les Conquistadors, les Pirates; cette ville a vu tout. Les gens de Campeche semblent fiers de leur histoire, qui peut être vue dans le «spectacle » controversé des lumières. J’ai trouvée les esthétiques très intéressantes, parce que ils ont quelque peu européens mais ils ont des Antilles aussi, particulièrement les colores. En fait, les façades des bâtiments ont été présentées sur las cartes postales, et ils ont été entretenus bien. Toutefois, les styles et colores des bâtiments n’étaient pas uniques à Campeche, ils semblent comme du bâtiment en Mexico ou les Antilles. Je pense qu’ils ont été entretenus bien parce que cette ville devient un site touristique ; pendant notre séjour, nous sommes vus beaucoup de rues y bâtiments en construction. Mon guide (livre, no personne) de Mexico a dit que « Campeche has a smattering of cozy cafés and classy Mexican and international restaurants, and more or more are opening as the city awakens to a more modern tourist market” et “Campeche is a fast growing town- by the time you read this, there may be much more to check out.” On peut voir cette croissance partout où on va (en le centre, au moins). Beaucoup de magasins ont vendu choses minables pour les touristes comme chopes et t-shirts, mais a la marché, on peut trouver las choses pour la vie tous les jours, comme fruits frais, poisson, chaussures, jouets, tout las choses. Méfiez-vous de l’odeur ; c’est très fort ! J’ai trouvée la marché très intéressante, particulièrement en comparaison au centre, ou tout, les colores, les magasins, et même las odeurs ont pour les touristes. On peut voir une ville en transition, et on peut imaginer comment autre villes en les Antilles et Mexico se sont développés. Il y a un projet pour développement en Campeche, laquelle inclut un plan pour un grand lieu de vacances. Il y aura une piste de golf, une piscine, une plage, etc. Pendant le passé, l’économie de Campeche était fondée sur l’agriculture et la pêche. Du marché aux magasins de centre, one peut voir qu’il y a plus d’argent dans le tourisme. L’économie changeante est tangible et évoquant de les Antilles (en l’économie et esthétiques).
Campeche
lunes, 24 de enero de 2011
La península de Yucatán: ¿Un caribe continental?, la casuistica de Campeche.
y larga isla estará ahi después del último indio y
después del último español y después del último
africano y después del último americano [...]
sobreviviendo a todos los naufragios y eternamente
bañada por la corriente del golfo: bella y verde
imperecedera, eterna"
Guillermo Cabrera Infante
Por Josué David Ku Gallegos FCA/UADY.
La ciudad de San Francisco de Campeche muestra a través de su historia las influencias que recibió del Caribe, especialmente el Caribe Hispano. Rociada por las aguas del golfo de México, el suelo campechano forma parte (geológicamente) de la Península de Yucatán, aunque por mucho tiempo fue territorio Yucatenense hasta su consolidación como un estado más de la República Mexicana. Ahora bien, la geografía del Caribe se ha mostrado fluctuante a lo largo del desarrollo de la historia, por lo cual existen muchos debates acerca de la pertenencia o no de la Península de Yucatán en el Caribe. Sin embargo; expertos sobre el tema hablan de fronteras "imaginarias", que se mueven con el fluir de la diáspora, así como también de las relaciones culturales y económicas, otorgándole al espacio Caribe una movilidad que pareciera nunca acabar (Hillaman, D´Agostino, 2003: 34-37). Del mismo modo, existen zonas "periféricas" en dicho espacio.
Considerando lo anterior, me atrevería a decir que la ciudad de Campeche formó parte del espacio Caribe, lo cual ha sido evidenciado por su historia, así como también con la conformación actual de su cultura. Las investigaciones arqueológicas, sitúan a la región como un núcleo poblacional Maya, que a su vez se encontraba dividido en cuatros grandes cacicazgos, los cuales enumero a continuación:
• Potonchan
• Kin Pech
• Ha Canul
• Ce Pech
La instauracion de las ciudades-estado, es fruto de una serie de migraciones que se dieron durante el siglo IIV A.C por grupos de indígenas Mayas provenientes del Petén en Guatemala. Con el descubrimiento de América, en las Antillas se establecieron colonias, en las cuales se encontraba Cuba, isla que estableció contacto con la Península primeramente por los conquistadores que deseaban encontrar riquezas, con el pretexto de encontrar tierras en nombre del Rey de España. En un principio arribó Francisco Hernández de Córdoba, continuando con Juan de Grijalva y Antón de Alaminos, quienes creyeron que se encontraban parados en un isla, precisamente por haber llegado a la laguna de Términos, en el territorio del estado de Campeche. Por último, Hernán Cortés pisó el suelo continental en Cozumel y en Campeche, junto a él iba un hombre que sería uno de los mayores esclavistas de la historia Francisco de Montejo. De ésta manera Montejo durante su viaje a España pidió las licencias necesarias para conquistar la Península, lo cual permitía que sus hijos continuasen con su empresa. La idea de "gobernar es poblar", no se hizo esperar y el 4 de Octubre de 1540 se fundó la ciudad de San francisco de Campeche, sobre las ruinas del legado histórico y culturas de lo que una vez fue una gran civilización.
Desde el momento de su fundación, la ciudad de Campeche fungió como sitio estratégico para el comercio de las diversas mercancías que circulaban por el mar de las Antillas, estableciendo lazos económicos y sociales con Cuba, parentesco que se conservaría a lo largo del desarrollo de la colonia, y aun después de la independencia hasta principios del siglo XX, debido a que la posición geográfica originó que las clases privilegiadas prefirieran viajar a la isla antes mencionada, o en su defecto a Nueva Orleans o a Europa. La piratería no se hizo esperar y la ciudad tuvo que ser amurallada durante la segunda mitad del siglo XVIII, aunque las fortificaciones no siempre sirvieron como defensa, sino a mi parecer, para crear el sentido de insularidad que se originó desde el descubrimiento de las tierras Yucatecas y que continuó hasta la construcción del ferrocarril que conectó a la Península con el resto de la Federación Mexicana. La insularidad no sólo representa el constante "maldita circunstancia por todas partes" en palabras de Virgilio Piñera, sino también por la condición de asumirse como un pueblo frente al mar que se encuentra alejado del cosmos, dicho de otro modo es una forma de encarar la realidad (Mateo Palmer, Álvarez Álvarez, 1994: 81-83). Inclusive en la actualidad persiste el imaginario de aislamiento hacia los campechanos al considerar que lo "hacen todo al revés".
El continuó fluir de la piratería en la zona costera de San francisco de Campeche, permitió el flujo de esclavos mayas hacia las islas del Caribe, así como también de una mínima parte de esclavos negros de origen africano hacia la Península (Negro, Fernández, 1995: 23-35). Con la llegada de la independencia persistieron las haciendas henequenales hasta principios del siglo XX con la insurrección revolucionaria, mismas que de alguna manera presentan su homólogo con la plantación en las islas antillanas. El régimen impuesto por los hacendados/esclavistas, originó una serie de influencias provenientes del Caribe, dos de ellas son; la vestimenta, y el baile típico la jarana.
Sobre el traje típico se tiene noticia en la Relación de las cosas de Yucatán de Fray Diego De Landa. Sin embargo, la ropa sufrió cierta influencia del mar de las Antillas, del mismo modo que de España. Por otro lado se encuentra la música, cuyos orígenes presentan un modelo diaspórico, puesto que el ritmo de los aires andaluces se fundió con los tambores africanos, llegando a la Península en donde se mezclo con el sonido del tuncul maya. "En el Caribe antes del lenguaje fue el ritmo" dice Ángel Quintero Rivera en su libro titulado Salsa, sabor y control. Lo anterior, a mi juicio, y de acuerdo con éste autor, permitió a los indígenas/esclavos tener un espacio de diversión que muchas veces sirvió como forma de subversión, como lo ejemplifica la jarana titulada "El chinito Koykoy", melodía a tres cuartos de compas, que fusionó lo aires andaluces, la contradanza cubana, los tuncules mayas, y la forma de bailar del fandango. De ésta forma los indígenas/esclavos, tuvieron fama de haraganes, lo cual "legalizó" el régimen de "instrucción" que recibían los indígenas, cuya realidad al igual que en el Caribe, se encontró muy distante, debido a que sólo dejaba ver "realidades encubiertas y distorsionadas" en palabras de Beatriz Pastor (1983: 34-37).
La erección de Campeche como estado se dio hasta la intervención de un ciudadano ilustre: Don Pablo García, vale la pena decir que debido a pirataje la sociedad colonial de Campeche se distinguió por ser liberal, aunque eso no significase antiesclavista. Durante la segunda mitad del siglo XIX, se reconoció la separación de Campeche de Yucatán, situación que se debió a cuestiones políticas que se habían originado con la guerra de castas y con la separación de Yucatán con el resto de México. Al igual que en el Caribe, los Estados Unidos también introdujeron las manos en las relaciones políticas de la Península de Yucatán, ya que a lo largo de las separaciones de Yucatán de la República Mexicana, los intelectuales yucatecos pensaron en la anexión a los Estados Unidos, hecho que jamás se suscitó, y que se evidencia en el envío de mercenarios norteamericanos a tierras emeritenses y campechanas como parte de la "ayuda" durante las diversas separaciones.
Por último. En la actualidad los sentimientos de insularidad persisten en la ciudad de Campeche, pues bien lo demuestra su situación pesquera, e ideológica como una sociedad aislada, que ha quedado en el imaginario mexicano, como pobladores que "hacen todo al revés". Cabe la pena mencionar, que en contraparte con el imaginario popular que se tiene de la región, se encuentra el discurso oficial, que sitúa a la ciudad como "el Caribe mexicano"; utilizando los estereotipos de la piratería, de la ciudad amurallada, y del mestizaje. Lo anterior me hace pensar que la anexión de Campeche en el Caribe quedó "suspendida" en la historia de la ciudad; persistiendo en la actualidad las raíces de las influencias "periféricas" sobre el espacio Caribe, que se encuentra en continuo movimiento.
Referencias:
Hillaman, Richard S. D´Agostino, Thomas. Comp. 2003. Understanding the contemporary Caribbean. Kingston, Jamaica: Randle.
Mateo Palmer, Margarita. Álvarez Álvarez, Luis. 2004. El Caribe en su discurso literario. México: Siglo XXI editores/Universidad Autónoma de Quintana Roo.
Negro Sierra, Genny. Fernández Repetto, Francisco. 1995. Una población pérdida en la memoria: los negros de Yucatán. Mérida, Yucatán: UADY.
Pastor, Beatriz. 1983. El discurso narrativo de la conquista de América. La Habana, cubana: Casa de las Américas.
Como "soñar despiertos"
Cuando el visitante llega a la ciudad amurallada, es casi imposible no ponerse una mascara historica. Los antiguos baluartes que aun se levantan en pie en el primer cuadro de la ciudad de San Francisco de Campeche delatan, en pleno siglo XXI, la importancia que tuvo como primer puerto mercante de la Nueva España durante los años de colonización. Su sociedad vio pasar por sus puertos sin fin de mercancías que eran exportadas a la metrópoli. Por ello, en el siglo XVII la población vivió bajo el temor de los ataques piratas lo que promovió el amurallamiento de la ciudad. Hoy el visitante puede contemplar la memoria que el pueblo campechano guarda al respecto, por ejemplo en la imagen del fiero y sanguinario “Lorencillo”, al menos como un producto para ofrecerle al turista.
De esta manera, en el centro Histórico se observa un imaginario construido alrededor de la vida de los campechanos del siglo XVII, puesto que el centro histórico invita a dar un salto en el tiempo y “soñar despierto” a quien lo visitan, o al menos eso pretende la administracion de turismo del estado. Por ello, en esta parte de la urbanidad es común ver la reapropiación de los espacios, específicamente de las casas coloniales, para adaptarlas como tiendas, restaurantes o cafés, como es el caso del edificio conocido como Hotel Cuahutemoc, edificado durante el siglo XVI alrededor de la plaza, pues en sus inicios se trataba de un edificio administrativo. Hoy es utilizado por varios comercios y en su interior por una cadena de cafeterías. La vida que se le presenta al turista es la vida del puerto en sus años de apogeo, desde las fachadas pintorescas hasta los interiores de las casas de familias muy antiguas que aun residen en esta parte de la urbe. Las casas y hoteles del centro histórico conservan en su interior un estilo "antiguo" que nos hace pensar que en cualquier momento asomará por la ventana alguna doncella criolla. Pero eso solamente es un sueño. Lo que si podemos encontrar son espectáculos nocturnos cuyo performance es un viaje en el tiempo prehispánicos, de conquista, colonización y "Campechanidad" a manera de identidad regional. Por ello me permito explicar mi experiencia en San Francisco de Campeche como un baile de mascaras, pues los contrastes de la urbe nos dejan ver diferentes escenarios que influyen en la experiencia del viajero que se atreve a danzar aquí.
¿Pero donde encontramos el Campeche del siglo XXI?
Para poder encontrarlo, se tiene que caminar hacia las afueras de la puerta de tierra, ahí, se encuentra el mercado y una multitud de gente de clase media-baja que se conglomera entre las estrechas escarpas de las rezagadas calles del centro histórico. Detrás de las murallas, a las puertas del mercado crece el caos vial de autobuses y autos, pues con afán de crear una atmosfera de ensueño para los visitantes, el transporte urbano que se encarga de movilizar a la población trabajadora, es situado justo frente al mercado y sus alrededores, lo que también provoca el alejamiento de la población del escenario principal. Dentro podemos ser participes de un juego de olores, colores y sabores, que hablan de los alimentos caracteristicos de la zona, como el pescado, la rez, el pollo, asi mismo como frutas y verduras de colores muy vivos. Pero detras de esta mascara se esconde la necesidad de trabajar para poder sobrevivir.
No obstante, cuando el viajero llega a la ciudad debe pasar por la avenida del malecón, se puede colocar una mascara de modernidad, pues sobre dicha avenidad se levantan grandes edificios que albergan centros comerciales, casinos, hoteles, o empresas trasnacionales de comida rápida que le ofrece al turista una cercanía con algo homogeniamente conocido, y al campechano de clase media-alta una certeza de progreso y modernidad, al mismo tiempo que la posibilidad de diferenciarse del otro, a traves de su poder adquisitivo. Por las mañanas, los visitantes nacionales e internacionales, así como parte de la población, se dan cita para hacer ejercicio junto al mar, pero sobre todo a lado de viejos cañones del siglo XVII que nos recuerdan los acechos piratas que sufrio el puerto.
Campeche: Sangre Pura y Sueños Despiertos
El antiguo puerto fortificado de Campeche, o actualmente San Francisco de Campeche, antiguamente fue divido en cuatro barrios. Y de hecho, hoy siguen siendo estos cuatro barrios los que mas influencia económica y movimiento social tienen en la ciudad. Estos son los siguientes: Guadalupe, San Román, Santa Ana, y San Francisco. Estos cuatro barrios delinean lo que es conocido como el hexágono irregular que simboliza el Centro Histórico Fortificado.
Así se dividen los barrios alrededor de este hexágono irregular: Guadalupe al Noreste, San Román hacia el Noroeste, Santa Ana hacia el Sur/Sureste, y San Francisco hacia el Suroeste. En los siglos XVII y XVIII estos barrios estaban divididos de cierta forma que le permitía a los miembros de la nobleza estar ubicados dentro del hexágono irregular. Es decir, los Españoles que se conocían como “sangre pura” vivían dentro del hexágono, y por consiguiente: protegidos dentro de las murallas. En esa época, los barrios se dividían de la siguiente manera: en el barrio de Guadalupe vivían los Españoles que llegaron después de la conquista. En otras palabras, los Españoles no puros. En el barrio de Santa Ana residían los Negros o Esclavos de los Españoles. En el barrio de San Román radicaban Mestizos y Mayas, mientras que en San Francisco estaban los Mexicas.
Dicho esto, hay que agregar que la pirámide social era la siguiente: (de lo mas bajo hasta lo mas alto) Los Mayas y los Mexicas, Los Negros Esclavos, Los Mestizos, Los Españoles impuros, y los Españoles puros. Durante estos siglos el Negro se usaba mas que todo como un esclavo de servidumbre (o doméstico) mientras que los Indios Maya y Mexica trabajaban mayormente en la construcción de Baluartes y casas. O sea, los Indios o (nativos) socialmente estaban por debajo del esclavo doméstico.
Actualmente, la población dentro del hexágono irregular que forma parte del centro histórico vive mas que todo de los diferentes negocios que abundan sus calles pares e impares. Aunque uno bien pueda pensar que los habitantes de esta parte de la ciudad sean ricos, no exactamente es así. Las casas puedan ser increíbles arquetipos coloniales y arquitectónicos, pero los habitantes que viven dentro de este hexágono no necesariamente forman parte de la clase alta o “casta pura” por decirlo así. Esto dicho, son personas a las que nunca les falta el trabajo y forman parte de un gran movimiento de negocios que se especializan principalmente en el turismo desde que el boom dio en Campeche con la proclamación de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad en 1999. Para realmente poder encontrar a un miembro de la clase alta uno tendría que viajar hacia Colonia Miramar en Avenida Resurgimientos en la parte Oeste de la ciudad. Aquí se pueden encontrar políticos, abogados, doctores y artistas Mexicanos. Muchas de estas personas también residen en una comunidad privada que se llama Lomas del Castillo, que para la fortuna de ellos queda cerca de unas de las fortalezas mas impresionantes de los tiempos de la colonia: Fuerte San Miguel. Pues aunque no vivan literalmente dentro del centro amurallado, estas personas siguen siendo protegidos con sus propias fortalezas modernas y algunas antiguas. Desafortunadamente, mi sangre no fue lo suficientemente pura como para poder ver este lugar. Y similarmente, las personas que hoy forman parte de las colonias que quedan en las afueras de lo que es el centro histórico y sus cuatro barrios, tampoco podrían ver dicho lugar. Estas personas son las que forman parte de las clases trabajadoras o bajas que quizás ni siquiera se imaginan lo que hay detrás de esas grandes murallas.
Esto no significa que no haya gente dentro de estos cuatro barrios y dentro de las murallas que no sean pobres. Cualquiera se puede dar cuenta de la disparidad en clases sociales con el solo hecho de ver a una persona Indígena pidiendo dinero en la esquina de la calle 55 y 10 mientras un Campechano Mestizo de “sangre pura” que viene desde Lomas del Castillo en su BMW, va a tomarse su capuchino italiano de diez dólares.
En fin, el espectáculo de luces y sonidos que toma lugar en la Puerta de Arena todas las noches a las 8:00pm, describe a Campeche como un “sueño despierto.” Un estado tan impresionante que parece que uno efectivamente esta soñando con los ojos abiertos. Indiscutiblemente, San Francisco de Campeche y sus diferentes barrios forman parte de un espacio hermoso colonial que no solo literalmente ha crecido en tamaño, pero que también se ha mejorado en términos económicos. Sus magnificas iglesias, murallas, baluartes, y casas color pastel son testigos de una parte del mundo que ha sobrevivido algunos de los ataques de piratería mas brutales de nuestra historia. Como Patrimonio de la Humanidad, no se puede negar que hace un buen ejemplo. Aún así, deberíamos de tener cuidado de no cerrar nuestros ojos y ponernos a “soñar” sobre una ciudad utópica. Campeche es una ciudad que todavía esta en crecimiento y que si uno se fija en los trabajadores de construcción, siguen siendo Indígenas. Y como he dicho antes, aunque la clase alta de Campeche no necesariamente vive dentro del famoso hexágono irregular como lo hacían los Españoles “puros”, hoy tienen sus propias murallas y fortalezas que los protegen. Estos son fuertes ejemplos de ciertos aspectos económicos y sociales en Campeche, que aunque hayan pasado siglos de dominación colonial, siguen sin haber fundamentalmente cambiado.
Campeche, cuidado con soñar despierto.
Jesus Ruiz – 25 de Enero, 2011
Derek Walcott: Inspired by rhymes and a faith in paradise - Telegraph
Yare digiriendo;
Una entrevista a Walcott; aqui expone sus pensamientos en torno al tema del turismo, la comercializacion del paisaje y como es concebido como un mal necesario.